Un año más, una conmemoración más, un ciclo que continua y la lucha por los derechos de las mujeres continua y parece no tener fin.

Cada año se realiza la conmemoración por la lucha de los derechos de las mujeres, donde recordamos no solo las graves violaciones a derechos humanos cometidas, sino aquellas que aún se continúan consumando día con día.

En tal sentido, un día no es nada a cambio de las vidas que se han perdido, las personas que han desaparecido, que han sido esclavizadas, violadas, olvidadas e ignoradas.

Este año espero que sea uno distinto, un año que nos permita romper no con un techo más de cristal, sino con la construcción social completa para erradicar la violencia que por siglos ha mancillado a las mujeres.

Lo anterior solo se podrá lograr con el apoyo en conjunto de toda la sociedad, que día con día luche por crear espacios seguros para todas y todos, que busque eliminar estereotipos y generar condiciones de equidad de género.

Sin embargo, estas acciones no pueden descansar solo en el Estado ni en la necesidad de presiones por parte de la sociedad. Ello solo demuestra lo alejados que nos encontramos de la equidad puesto que, si la justicia solo se logra a través de presiones sociales, es claro que la sociedad debe exigir que la justicia se logre de forma inmediata.

Por supuesto que es un absurdo que sea necesaria una presión como una acción para lograr justicia, pues su existencia nos demuestra el olvido del Estado hacia las necesidades y la única forma en la cual debemos de buscar que se elimine dicho llamado a la justicia, es de una forma simple y natural otorgando justicia.

Como sociedad nuestra obligación es exigir justicia hasta que llegue el momento que no sea necesaria pedirla y esta llegue de manera natural. Solo así el Estado cumplirá con su cometido.

juanfer_lm@jfg

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