¿Cuándo de pronto la leche se cambió por el refresco, y las verduras y frutas por pastel, hamburguesas y papas fritas?
La alimentación y nutrición de los niños debe ser más rigurosa conforme avance la edad. Desafortunadamente es durante los primeros diez años de vida cuando los pequeños son dejados a elegir su propia dieta. Así, no hay dulce que no se le dé, ni capricho “chatarra” que no se le cumpla. El problema que hoy ataca a los niños es cada vez más grave y ellos no son los culpables. Tenemos toda una industria de alimentos chatarra que no informa a los padres de lo que realmente contienen sus productos. Se estará criando a generaciones de niños que serán más enfermos y tendrán vidas más cortas que sus padres. La obesidad infantil ya es considerada una epidemia global gracias a los malos hábitos que motivan el sedentarismo; la falta de ejercicio y la alimentación irregular, excesivamente grasosa, dulce y muy alta en energía.
¿LA OBESIDAD SE HEREDA O SE ADQUIERE?
La obesidad se hereda por genes, pero los malos hábitos se transmiten por costumbre. Si los padres son obesos, los pequeños lo serán también. Y es que, a menor edad de padecer sobrepeso, mayores serán los riesgos de padecer enfermedades crónicas en la vida adulta como diabetes, enfermedades cardiovasculares y hasta cáncer.
FACTORES QUE PROPICIAN OBESIDAD INFANTIL
Según estudios, los niños pasan alrededor de dos horas y media viendo televisión, y más de hora y media con videojuegos, resultando cuatro horas de total inactividad al día. A esto le sumamos que 6 de cada 10 familias toman refresco en la comida, que 8 de cada 10 mexicanos no practica algún tipo de ejercicio, y finalmente que en todos los hogares ha aumentado el consumo de alimentos altos en azúcares y grasas saturadas, este panorama suena calóricamente aterrador. Si el niño viene de una familia de obesos lo más seguro es que sea obeso. Si los papás comen con exceso calorías y al niño lo ponen a dieta, él pensará que porqué él tiene que cambiar sus hábitos si sus papás no lo hacen.
¿Y QUÉ PASA EN LA ESCUELA?
Los centros educativos deben favorecer el consumo de alimentos más saludables, sabemos que no es así. La realidad es que no hay control de lo que comen los niños, la mayoría de las escuelas tienen tiendas al interior que incentivan el consumo de dulces, refrescos y frituras. A la salida del día escolar, es común encontrar un tianguis de calorías justo frente a la escuela. Y si un niño ya padece obesidad no existe la nutrióloga que regule su salud.
SUGERENCIAS
Es básico que, desde casa, se ayude al niño a que consuma alimentos más saludables: verduras, frutas, lácteos, cereales integrales, carnes y grasas vegetales. Y es que en el mundo externo la industria de alimentos y bebidas intenta sabotear todos los días la vida saludable de los pequeños. Los padres deben enseñarles a comer. El niño comerá lo mismo que los papás. Si usted quiere que su hijo coma verduras y frutas, inicie usted. Promueva hábitos de alimentación saludables; que el niño lleve la comida de su casa a la escuela; evite el consumo de refrescos. No permita que los niños vean demasiada televisión, la televisión y la comida hacen mala mancuerna para la nutrición, intégrelos a un grupo de deporte. ¡¡¡Baje de peso e inicie un nuevo estilo de vida!!!