Este lunes, por primera vez, la ONU conmemoró los 75 años del desplazamiento de alrededor de 700.000 palestinos desde la tierra que se convirtió en Israel, conocido como ‘la Nakba’, que significa “catástrofe” en árabe.

Israel condenó el evento y, al igual que EE.UU., lo boicoteó, informa AP. El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, envió cartas a los embajadores de la Asamblea General instándoles a no asistir a la conmemoración, que calificó de “acto abominable” y “flagrante intento de tergiversar la historia”. Además, Erdan señaló que quienes asistieran al evento estarían consintiendo el antisemitismo y dando luz verde a los palestinos “para que sigan explotando los órganos internacionales para promover su calumniosa narrativa”.

Como resultado de la partición del Mandato Palestino británico en dos Estados étnico-religiosos, en 1948 cientos de miles de palestinos abandonaron sus hogares, que se encontraban en las tierras israelíes y se convirtieron en refugiados. Según los datos de la agencia de la ONU creada para atender a la población desplazada (UNRWA), 5,9 millones de palestinos siguen siendo hoy día refugiados.   

El Comité de la ONU sobre los Derechos del Pueblo Palestino declaró que este aniversario pone de relieve la crisis de los refugiados y sirve para recordar que los refugiados palestinos siguen viviendo en medio del conflicto. 

El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, declaró que “la difícil situación de los refugiados de Palestina sigue siendo la crisis de refugiados sin resolver más larga del mundo” y agregó que “la única solución es una solución política negociada justa y duradera”.

“El recuerdo de la Nakba permanecerá; seguirá motivando a nuestro pueblo para poner fin a la ocupación”, afirmó el presidente palestino, Mahmud Abbás, quien participó en la celebración. Abbás también urgió a la ONU a suspender la membresía de Israel hasta que aplique las resoluciones que establecen Estados judíos y árabes separados y permita el regreso de los refugiados palestinos. El líder palestino también culpó al Reino Unido y a EE.UU. por tener la responsabilidad “política y ética” de desalojar a los palestinos.  

Rosemary DiCarlo, secretaria general adjunta de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, destacó que “los palestinos merecen una vida de justicia y dignidad y la realización de su derecho a la autodeterminación y la independencia”. “La posición de la ONU es clara: la ocupación debe terminar. Debe alcanzarse una solución de dos Estados conforme al derecho internacional. Queremos ver un Estado de Palestina independiente que conviva con Israel en paz”.

act

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