Por Arturo Hernández Cordero

El pasado lunes 17 de abril, el colectivo Unid@s organizó el foro “Unidad y Gobiernos de Coalición”, en el cual se dieron cita varias de las figuras políticas de oposición, que eventualmente podrían aspirar a contender en las elecciones presidenciales del 2024.
La Coalición PRI-PAN-PRD, que se espera le dispute a Morena la presidencia de la República el año próximo, convocó a personalidades tales como Santiago Creel, Claudia Ruiz Massieu, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, Miguel Mancera, Lilly Téllez, y demás políticos opositores que participaron en distintas mesas de debate, para tratar problemáticas actuales del país.
Si bien, aún no queda claro quién podría ser el candidato más probable la oposición, lo cierto es que los nombres que se siguen manejando, corresponden a las mismas figuras políticas que la sociedad mexicana ha retirado la legitimidad ciudadana desde hace tiempo.
En el Foro, los políticos de oposición profirieron discursos de corte progresista con los cuales, además, que centraron las posibles soluciones que ellos darían a las problemáticas del país en oponerse y en echar atrás todas las políticas impulsadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Esto último, denota la principal carencia de la oposición en México: sin una agenda propia y su discurso y accionar, está más centrado en oponerse al oficialismo, que en proponer y ofrecerle un proyecto de nación atractivo, a la sociedad mexicana.
Hasta ahora, ninguno de los políticos opositores presidenciables, ha planteado soluciones para los problemas que aquejan al ciudadano mexicano promedio en su cotidianidad: inseguridad, servicios de salud deficientes, inflación y que se oponga abiertamente a la ideología de género, que tanto rechazo hay en la mayoría de los mexicanos. No obstante, se han alienado a una agenda progresista con miras a captar el voto morenista, algo que nunca va a suceder y en el proceso le han dado la espalda a su base de potenciales votantes.
Del grupo de políticos opositores, quizás sea Enrique de la Madrid, el de mayor preparación, ecuanimidad y objetividad. Habrá que ver cómo evoluciona su imagen ante la ciudadanía en los próximos meses.

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