Por Arturo Hernández Cordero
En la última semana, la pugna interna dentro de la oposición ha dado un giro de 180 grados. Y es que diversas figuras políticas consideradas indispensables para el funcionamiento y visibilidad del PRI y el PAN, han decidido no continuar en el llamado “Frente Amplio por México” debido a sus escasas posibilidades de contender por la coalición como candidatos a la presidencia.
Nombres de peso político como Claudia Ruiz-Massieu, Miguel Ángel Osorio Chong, Lilly Téllez, Eruviel Ávila y demás importantes figuras con las que contaba la coalición han dejado de formar parte de esta, y en algunos casos han renunciado a su militancia, restando a sus partidos un importante margen de apoyo popular que su sola presencia podría representar.
La deserción de varios políticos de renombre al “Frente Amplio” está directamente relacionada con la designación de sus dirigentes (fuertemente influenciados por Claudio X. González) de un perfil político progresista que esperan, logre hacer frente a MORENA: la Senadora panista Xóchitl Gálvez.
En las últimas semanas, la cúpula opositora ha destinado todos sus esfuerzos en posicionar a la Senadora Gálvez como una figura política transgresora y allegada al pueblo, de origen indígena y comprometida con las causas sociales y la agenda progresista.
Como se ha observado a lo largo del sexenio, las dirigencias del PRI y el PAN, bajo la coordinación de Claudio X. González, no cuentan con una agenda política propia ni un proyecto de país atractivo para la ciudadanía, y su estrategia al día de hoy, es copiar la agenda de MORENA para intentar ganar legitimidad, dejando de lado a su militancia y los intereses de sus votantes potenciales.
La ingenuidad política que denotan Claudio X. González y los dirigentes de oposición al suponer que Xóchitl Gálvez logrará captar el voto morenista y a la vez mantener el voto conservador es la misma ingenuidad que les han llevado a perder veintidós estados en los últimos cinco años.
Seguramente López Obrador, aún en sus cálculos más optimistas, no imaginó tener una oposición tan errática, y el principal responsable de ello es Claudio X. González.