Los tubérculos se reconocen como auténticos tesoros alimenticios, provistos de gran cantidad de vitaminas y minerales, que además sirven al organismo como una excelente fuente de energía. Son tallos subterráneos modificados y engrosados en los que se tienden a acumular los nutrientes, los cuales son utilizados como reserva para la planta; su recolección la podemos realizar en diferentes momentos del año. Entre los principales tubérculos comestibles que se cosechan cada cierto tiempo y que hoy en día son de alto consumo en todo el mundo, tenemos las papas, el camote y la yuca, entre otros.
Tradicionalmente se ha reconocido que los tubérculos cumplen un rol energético en la alimentación, debido a su aporte de carbohidratos complejos, como el almidón. A pesar de ello, comparado con alimentos equivalentes tales como el plátano y la yuca, su aporte calórico es menor, por lo tanto se consideran de baja densidad calórica.
La papa es uno de los tubérculos de mayor consumo en los hogares de casi todo el mundo, además es muy importante por su aporte nutricional y accesible a cualquier bolsillo. En la papa se encuentran componentes nutritivos (energía, macro y micronutrientes) y componentes no nutritivos (agua, celulosa, hemicelulosa y pectina, entre otros). La papa es un alimento que contiene cantidades importantes de hidratos de carbono los cuales se encuentran mayoritariamente como almidón y un pequeño porcentaje como azúcares (sucrosa, fructosa, glucosa). La proteína de este alimento sobresale por un alto contenido de lisina y bajos contenidos de aminoácidos azufrados. El contenido de grasa de las papas es muy bajo, lo cual constituye una ventaja para individuos con restricciones de calorías y/o recomendaciones dietarías. A causa del aumento en la morbilidad por enfermedades crónicas no transmisibles, patologías que requieren limitar el consumo de calorías, se recomienda la moderación en el consumo de papas fritas. Éstas tienen el gran inconveniente de la grasa saturada y la sal agregadas, ambas son muy perjudiciales a la salud. Mucho mejor es consumir las papas al horno o cocidas (en sopas), con todo y su cáscara que también es muy nutritiva.
Las vitaminas de los tubérculos, son ácido ascórbico o vitamina C, B1, B6 y B3. Se concentran principalmente en la piel y en la cáscara. La vitamina C sobresale por su alta reactividad y por las altas pérdidas por oxidación. El contenido de minerales en el tubérculo depende directamente de la naturaleza del suelo donde es cultivado, por tal razón el contenido de minerales es variable. Sobresalen los altos aportes de potasio, fósforo y el bajo contenido de ácido fítico y de sodio. Este último aspecto es una ventaja para personas con regímenes alimentarios que restringen el aporte de sodio en la dieta. Aunque los tubérculos aportan estos componentes se hace necesario complementar dicha ingesta con el consumo de leguminosas, frutas y verduras. Además, la papa es un alimento que nos aporta enzimas para la buena digestión y es un alimento alcalino, entre otros atributos. Cabe mencionar que la papa no es una verdura, este tubérculo entra en el grupo de los cereales, la papa proporciona muchos beneficios a la salud. ¡¡¡ Baje de peso e inicie un nuevo estilo de vida!!!
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