He visto que diversas autoridades han tomado partido para “informar” sobre lo que consideran, desinformación establecida por diversos candidatos o candidatas.

Sin embargo, parece que ello pudiera crear una situación complicada en la contienda electoral puesto que, todo servidor público tiene la obligación de ser imparcial y no poder ser partícipe de ningún tipo de manifestación, que pudiera cambiar el sentido del voto.

Lo anterior en virtud de que, no se expresan como cualquier persona sino con la potestad que les otorga la investidura de servidor público, que implica el uso de recurso públicos para hacer valer sus opiniones.

No obstante, la obligación de actuar de buena fe y con información cierta, es de quienes contienden en las elecciones, pero no es autoridad para hacer valer dicha veracidad o no las autoridades, que lo han hecho sino las instituciones electorales.

Lo anterior en virtud de que al ser partidarios de diversas ideologías, ello pudiera llevar a una parcialidad hacia algún partido o candidatura desde la potestad, el presupuesto e incluso la autoridad que se les ha envestido.

Se debe señalar que incluso su participación como ciudadanos con derecho electorales, por supuesto que se encuentra restringida, ya que mientras se desempeñen en su encargo, se encuentran impedidos de ser participes directos de las mismas ya que, sería una competencia desleal.

Por tanto, parece que pese a la opinión de la autoridad no tiene facultad para participar en la contienda y si es su deseo ejercer su derecho de participar, deben hacerlo como lo marca la normativa, cuando no se encuentren en horario laboral y con ello dejen la envestidura y la autoridad para encontrarse al mismo nivel de quienes compiten por cualquier cargo y de cualquier ciudadano.

Lo anterior es la pieza fundamental de la democracia que se encuentra entre ciudadanos y por ciudadanos.

juanfer_lm@jfg

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