El pasado fin de semana tuvieron verificativo dos eventos del partido Morena. El primero de ellos estuvo dirigido a los aspirantes del partido guinda, a un puesto de elección popular. El segundo, convocó a jóvenes que simpatizan con la 4T.
Esta organización da muestra de que el partido que fundó López Obrador, pasa por un buen momento. Es capaz de llamar a sus posibles aspirantes para capacitarse a través de un curso de formación política y además, abre los espacios para menores de 30 años.
Quizá lo anterior no tenga tanta relevancia para sectores alejados de la política, pero dentro del espacio público, es una buena señal que un partido pueda tener tanta vida interna con sectores específicos.
¿Desde hace cuánto el PRI no hace un foro para jóvenes? ¿Desde hace cuánto el PRD no convoca a sus militantes a realizar un ejercicio de análisis y discusión de su situación interna? ¿Cuándo fue la última vez que el PAN capacitó a sus posibles aspirantes a cargos de elección?
Esta ventaja competitiva de Morena tiene mucho que ver con el hecho de que en lo local como en lo federal, los guindas son gobierno; y eso estimula a los participantes a tener una plataforma sólida que respalde sus aspiraciones.
Pero en contraparte, no hay partido que abra sus procesos de tal forma que pueda hacer un proyecto político alterno al que tenemos actualmente. Parece que la oposición de Morena, todavía se encuentra en pleno nocaut por los resultados electorales de la elección de 2018.
Aun así, lo que deberían de hacer los partidos que ahora son minoritarios (PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano), es estimular a su militancia para que se involucre en lo más complicado que hace un partido: formar nuevos cuadros políticos.
Y eso solo se logra involucrando a todos a la vida interna de los partidos. Por supuesto, con la idea de democratizar sus procesos y hacerlos transparentes y accesibles para los que quieren participar en la vida pública.
Hasta hace poco era inimaginable que en Hidalgo un partido distinto al PRI, pudiera tener la posibilidad económica y logística, de celebrar encuentros con sus simpatizantes y militantes en dos lugares de la capital.
Además de tener una buena convocatoria en los eventos y un involucramiento que parece indicar que la llamada 4T, ha llegado al estado con fuerza y que se consolida cada día.
Valdría la pena avisar a las otras manifestaciones partidistas, de que los tiempos se agotan y que el capital político ahora es más volátil. Ya no funciona aquel cómodo trámite de hacer llamadas a unos días de la selección de candidatos, para ofrecer esta posibilidad a los militantes.
Ahora hay que estar en constante movilización y eso lo entiende muy bien Morena, que activa a su base social con mucha frecuencia. Mientras los demás partidos no hagan lo propio, estarán condenados a ser sustituidos por otras expresiones.