Este día fueron anunciados otros cuatro integrantes que tendrán una gran responsabilidad en el gobierno federal de la presidenta electa. Se trata de Rosa Icela Rodríguez en la Secretaría de Gobernación (Segob), Mario Delgado Carrillo en la Secretaría de Educación Pública (SEP), Ariadna Montiel Reyes en la Secretaría del Bienestar y Omar García Harfuch como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
En los dos últimos cargos no hay grandes sorpresas. Los perfiles de estos funcionarios están muy dirigidos a su encomienda. En el caso de Ariadna Montiel continúa en el cargo que ya venía desempeñando con el presidente López Obrador y García Harfuch escala en el mismo cargo que tenía en la CDMX.
De tal suerte que esos dos perfiles no causaron tanto revuelo en la comentocracia. Lo que si generó amplias reacciones, son los dos perfiles restantes. El caso de Rosa Isela Rodríguez, quien viene de ser secretaria de seguridad a nivel nacional y de Mario Delgado, presidente nacional de Morena.
En ambos casos, se trata de personas que parecen ajenas a su nuevo encargo. Al menos en el papel y en sus líneas de vida, no aparecen antecedentes que avalen experiencia en tales encomiendas. Pero en su abono, estos dos funcionarios tienen conocimiento de la función pública desde otras trincheras.
Al parecer, el gabinete tiene una mezcla entre formación profesional, expertos con altos grados académicos, miembros del gabinete anterior, lealtades comprobadas y ahora, un político profesional. Con estas cartas, la primera presidenta de México tratará de consolidar el proyecto de la 4T que inició su antecesor.
Hay que destacar que pese a todo, Mario Delgado entregó muy buenas cuentas. Los resultados electorales en su periodo como presidente de Morena, son positivos a pesar de las divisiones internas y grupos que cohabitan al interior del partido guinda.
Esos méritos lo han llevado a ocupar una silla dentro del gabinete. Para algunos representa una recompensa desmedida y para otros una oportunidad de mostrar talentos hasta ahora desconocidos.
No será la primera vez que un integrante del gabinete deje algunas dudas por su designación. Pero el tiempo nos dirá, si esa decisión fue acertada o si falló el cálculo de la presidenta electa. De cualquier modo, los futuros funcionarios federales son piezas que se pueden mover en cualquier momento.
Cabe destacar que la estrategia de presentación de los integrantes del gobierno que ha realizado Claudia Sheinbaum mantiene un alto interés en la agenda pública. Ha logrado permear en el interés de las personas y logra con creces su objetivo de darle un espacio específico a cada integrante.
Faltan por conocer algunos miembros más del gabinete ampliado. Pero en el balance parecen acertadas las decisiones que se han tomado hasta ahora. La estabilidad de los mercados muestra que no habrá sorpresivos cambios de rumbo en la política económica y que la estabilidad política será la norma. Solo falta atender con mucha dedicación el tema de la inseguridad para tener esperanza de cambio en este nuevo gobierno.