Uno de los cambios más importantes en los procesos actuales es la publicidad y el acceso de la sociedad a los mismos a través de la transparencia, lo cual efectivamente no puede ser una moneda de cambio para el debido proceso, pero si un inicio para la confiabilidad en los servidores públicos dentro de los actuales procesos.
Sin embargo, el papel de los servidores públicos es fundamental en el momento de la publicidad dado que, la actuación de quienes son el primer contacto con cualquier persona ajena a un proceso y de ello depende en gran medida la credibilidad que tengan sobre el propio sistema.
Por tanto, es que tanto los juzgadores como el personal deben no solamente ser empáticos sino comprensivos con la sociedad y con ello con las personas que participarán en el proceso incentivando en todo momento la confianza en el proceso y facilitando las condiciones necesarias para que las personas se consideren parte del proceso.
En tal sentido, un proceso mediante el cual la sociedad se considera ajena y piensa que no es aceptada dentro del mismo se convierte en un proceso estéril que por si mismo impide que la sociedad crea en la justicia y piense que las resoluciones son oscuras.
En ese orden de ideas, es claro señalar que todo personal del sistema de justicia lo representa y aquello que realice en virtud de sus funciones demuestra lo que para la sociedad es el sistema, por lo que si una persona se siente agraviada u ofendida por una persona del tribunal pensara que el sistema es aquel que la ofende y le impide el acceso.
Máxime, en un país como el nuestro donde la mayor parte de la sociedad señala ser incrédula en la impartición de justicia y sostiene que el mismo es oscuro y corrupto, por lo que la tarea de nuestros servidores públicos es actuar en concordancia con aquello que exige la sociedad y con ello aperturar el sistema para la sociedad y crear la confianza necesaria en nuestro sistema de justicia.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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