Si bien existen múltiples discusiones sobre la verdad y la realidad, lo cierto es que aquello que pasa en nuestro alrededor y que podemos ver como nuestra realidad, es lo que señalamos como tal, mismo que no podemos de dejar de señalar como notorio o cotidiano.

Me parece tan real y triste como que nuestro país enfrenta una ola de crímenes y de delincuencia desmedida, que la impunidad ha aumentado y que las instituciones no han respondido con el deber constitucional que tienen.

Pensaría que ello es la realidad y que no puede ser discutido en un país, donde la seguridad es uno de los temas principales, donde el día de ayer, los videos tan crueles de los hechos ocurridos con los transportistas en Guerrero, llenaron las redes sociales; donde las carreteras y las vías de comunicaciones, así como las ciudades son incendiadas y tomadas por la delincuencia.

Sin embargo, pareciera que esa no es la realidad de todos, puesto que en la reunión que tuvieron las candidatas y candidato con el Episcopado Mexicano, resaltó quien advirtió que no se encontraba de acuerdo con los señalamientos sobre los hechos que ha consideración de muchos parecieran notorios.

Parece trascendente porque si existe un derecho humano que este tiempo buscamos como personas en nuestro país, es el derecho a la paz y la obligación de garantizarlo es del Estado a través del gobierno.

En tal sentido, aquello que esperamos son propuestas para lograr esa paz tan esperada, pero solo se lograra si aceptamos la problemática existente, puesto que solo de esa manera podemos partir de que existe un problema que resolver en nuestro país.

Porque aquello que hemos visto es una falta de Estado Constitucional de Derecho, que necesita ser recuperado en grandes zonas de nuestra nación, así como reconstruir el tejido social a través de una paz que nos merecemos como país.

juanfer_lm@jfg

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