Esta reforma, que venía dentro del paquete de 20 reformas propuestas por Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero, tiene como objetivo principal, que los aumentos del salario mínimo en México sean siempre por encima de la tasa de inflación.
Dicha propuesta aprobada en la Cámara de Diputados y a espera de ser aprobada por la Cámara de Senadores para poder entrar en vigor; modifica el artículo 123 constitucional, en sus apartados A y B, favoreciendo al poder adquisitivo de los mexicanos, ya que su ingreso por día no deberá ser menor a los 249 pesos y de 375 pesos en las localidades de la frontera norte del país.
En el caso de los trabajadores del Estado, la reforma estipula que los docentes de nivel básico, policías, elementos de la Guardia Nacional, integrantes de las Fuerzas Armadas, médicos y enfermeros no podrán tener una remuneración menor al salario promedio registrado ante el IMSS es decir 16 mil 777.78 pesos.
Con esta reforma, este monto se actualizará cada 1 de enero de cada año, de acuerdo con la inflación anual registrada; avanzando así en la consolidación de una política de recuperación salarial que inicio en el 2018 con la desindexación del salario mínimo y creación de la UMA, liberando al salario mínimo y permitiéndole registrar incrementos en porcentajes mayores y sin riesgo de desencadenar otros efectos económicos adversos.
De esta forma, se han registrado aumentos en 2019: 16.2%, 2020: 20%, 2021: 15%, 2022: 22%, 2023: 20% y 2024: 20%, en donde para el 2018, el salario mínimo era de 88 pesos diarios; es decir, 2 mil 687 pesos mensuales. Hoy, en 2024, y después de los aumentos registrados; pasó a 249 pesos diarios o 7 mil 508 pesos mensuales, es decir, más del doble.
Y que para el 2025, si bien Claudia Sheinbaum ha incluido en su plataforma de gobierno un compromiso con los aumentos salariales del 11% durante su sexenio, se estima un incremento mayor de entre 10% y 15%, tendencia que se espera se mantenga ya que para el 2026 se proyecta que el salario mínimo alcance un monto equivalente a aproximadamente 9,000 pesos al mes.
Las estimaciones obligatoriamente requieren de un consenso en donde el incremento favorezca a los trabajadores, pero también considere la viabilidad económica de las empresas pues las decisiones influirán en el poder adquisitivo de millones de personas y el rumbo económico de México.