Hace unos días se realizó una reunión entre un partido y un partido español acusado de ser de ultraderecha, lo cual no solamente me parece un absurdo sino un tema bastante peligroso en una democracia.
Lo anterior en virtud de que, cualquier sistema extremista es contrario a la democracia y no puede ser ni aplaudida y mucho menos tolerada por ningún sistema, por lo que debemos de aplicar la teoría de Karl Popper sobre la tolerancia, misma que consiste en ser tolerantes ante cualquier idea menos ante los intolerantes.
Por tanto, es que toda intolerancia debe de ser evitada y no puede ser permitida puesto que, una verdadera democracia corre peligro ante la existencia de la intolerancia dado que, en el momento que la misma es permitida y se comienza a tomar fuerza a diferencia de los tolerantes la intolerancia no permite la participación de las demás ideas e intenta destruirlas hasta que la suya sea la única.
En consecuencia, es que en beneficio de la democracia por supuesto que se debe de evitar tanto a los grupos extremistas sean de derecha o de izquierda como a cualquier partido que intente destruir las ideas de las minorías.
Lo anterior en virtud de que, la grandeza de las democracias son las minorías y cuando estas son menoscabadas y sus derechos olvidados la democracia comienza una decadencia que culmina en una catástrofe dictatorial.
En tal sentido, se llame el partido que sea, por el solo hecho de intentar aportar ideas destructivas debe de ser no solamente responsabilizado, sino que debe de asumir su error y redimirlo, estoy seguro que todo partido tiene fracciones y en ciertos casos esas fracciones son extremas sean de derecha o de izquierda, pero debe de evitarse que destruyan la democracia.
Por tanto, es que la ciudadanía claro que debe alzar la voz y señalar el error tan garrafal que es apoyar una fracción extremista y demostrar el repudio hacia la destrucción de la minoría puesto que, ello es la salvación de la democracia.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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