El reloj monumental de Cuautepec de Hinojosa, ha sido testigo mudo durante 94 años del crecimiento y desarrollo de la cabecera municipal, elevada a rango de ciudad el 7 de junio de 2001.
La tradición de los visitantes hasta antes de la pandemia, era comprar paletas rellenas de cajeta o leche condensada, sentarse alrededor de la pérgola y contemplar este monumento y a la vez disfrutar de una tranquila tarde. Ahora parece que estos tiempos pudieran volver, toda vez que los casos de contagios por la Covid-19 han ido a la baja.

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