El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este lunes que todavía espera una respuesta del mandatario de EE.UU., Joe Biden, sobre la propuesta de invitar a todos los países a la Cumbre de las Américas. Además, el mandatario mexicano dijo sentirse preocupado por la “polarización” de los políticos estadounidenses respecto al control de armas.

Al ser cuestionado sobre si ya había definido su asistencia a la Cumbre de las Américas, que se celebrará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, California (EE.UU.), López Obrador aseguró que la masacre en la escuela de Uvalde, Texas, podría haber sido la causa por la que no ha recibido una respuesta de Biden sobre el planteamiento de invitar a todos los países a la cumbre.

En semanas previas, el mandatario mexicano condicionó su asistencia a la reunión a que EE.UU. invitase a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, países que han sido excluidos de la cumbre por una decisión unilateral de Washington.

“Estamos esperando una respuesta. Entendemos que el presidente Biden está ocupado y preocupado por lo sucedido en Texas, con el asesinato de los niños, de los jóvenes. Y eso lo tiene atareado”, sostuvo el presidente mexicano en su conferencia matutina. 

Además, López Obrador dijo estar atento a la “polarización” que existe en la política estadounidense respecto al manejo de las armas.

“Allá [EE.UU.] sí me preocupa la polarización que existe, por ejemplo, en estos casos. Una postura para que se regularice el uso de las armas, control, y el otro extremo, que se arme a los maestros y todo el personal de las escuelas, diametralmente opuesto”, dijo.

“Yo creo que por esta circunstancia el presidente Biden no ha podido darnos una respuesta, pero hay tiempo y le tenemos a él confianza. Vamos a esperar. Ya está muy claro. Si se invita a todos los presidentes yo voy a asistir a la cumbre, si no se invita a todos los países, va a asistir en representación del Gobierno el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard”, agregó.

López Obrador también hizo un llamado a priorizar los principios sobre la efectividad política.

“Biden es una persona de buenos sentimientos, de avanzada. Sé también que está sometido a fuertes presiones. Pero cuando hay que decidir entre eficacia política y principios, debe uno inclinarse por los principios”.

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