En Tulancingo, específicamente en el crucero Huapalcalco y el bulevar Bicentenario, es común ver a los “tragafuegos”, actividad que de acuerdo con la dirección de Reglamentos, está prohibida por el riesgo que implica para los ejecutantes, quienes pueden sufrir quemaduras o incluso afectaciones para terceros.
La titular de dicha instancia Berenice Osorno, informó que cuando llegan los inspectores a su cargo, los tragafuegos se retiraran rápidamente del lugar y después regresan.
Actualmente, dijo, tienen ubicadas a cinco personas, de entre 25 y 35 años, que se dedican a este subempleo y por lo general, provienen del Estado de México.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), esta actividad puede desarrollar lesiones en las fosas nasales y en el paladar, ya que la realizan tienen que echarse una bocanada de gasolina o diésel, pero en ocasiones una porción se les pasa al estómago.
Durante este año, se ha presentado un imprevisto relacionado con estas actividades, específicamente la intoxicación de un varón; mientras que en 2023, un joven estuvo a punto de perder la vida, cuando el fuego se le revirtió, causándole graves quemaduras tanto internas como externas.
Uno de los tragafuegos, en forma muy somera, comentó que gana entre 400 y 500 pesos por día, en esta actividad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *