Por Sir Arthur
Después de tres años del mayor conflicto que ha sacudido Europa desde la guerra de los Balcanes, la intervención militar rusa emprendida por el presidente Vladimir Putin en Ucrania parece estar culminando, tras negociaciones del Gobierno de Rusia con su par estadounidense y la renuencia de Donald Trump, de seguir financiando los esfuerzos militares del presidente ucraniano Volodimir Zelensky, que hasta hora, han resultado infructuosos para detener el avance de las tropas rusas en Crimea y la región del Donbas, al este de Ucrania.
Zelensky, asumió las consecuencias de provocar a Vladimir Putin amagando con una supuesta entrada de Ucrania a la OTAN, puesto que en 2022, el respaldo de los miembros de esta última al gobierno ucraniano se creía sólido, el expresidente Joe Biden estaba en total disposición de financiar la defensa de Ucrania y la economía rusa se suponía endeble, muy dependiente de la exportación de hidrocarburos a la UE e incapaz de sostener un esfuerzo bélico prolongado.
Sin embargo, la realidad ha dado un giro de 160 grados, durante los últimos tres años. Rusia logró diversificar sus exportaciones hacia el oriente y mantener la ofensiva, Ucrania cuenta con un ejército drásticamente disminuido y con cada vez menor apoyo por parte de la OTAN, tras el fracaso de las dos contraofensivas emprendidas y con el nuevo gobierno de Donald Trump, totalmente indispuesto a suministrar recursos y armamento a Ucrania. Durante la última semana, Trump ha tildado de dictador a Zelensky, y en conjunto con Putin, han anunciado una serie de acuerdos entre Rusia y Estados Unidos en favor de propiciar la paz, pero ante los cuales, Ucrania tendrá que ceder buena parte de su territorio.
La guerra en Ucrania fue a todas luces, un mal cálculo de Zelensky, que a diferencia de Putin, nunca estuvo en posición de sostener el conflicto con recursos propios. Las negociaciones de paz se han dado exclusivamente entre Washington y Moscú, con el gobierno ucraniano excluido de los acuerdos, por lo que Zelensky ahora solo cuenta con el modesto respaldo de la UE y ante dicha situación, la guerra en Ucrania parece estar encontrando su termino.