Por: Erika O.
La afectación provocada por el insecto descortezador se ha intensificado debido a la temporada de calor, con al menos 500 hectáreas siniestradas, en las que han detectado ocho mil 200 árboles muertos, en los 19 municipios que atiende la Asociación de Silvicultores Pachuca-Tulancingo.
El director técnico de la citada agrupación, Ángel Fernando López Barrios, explicó que al no haber suficiente agua, las plantas no pueden desarrollar la fotosíntesis, que es un proceso de transformación en el que a través del sol, la hidratación y algunos otros nutrientes, producen su alimento.
Además de que no se alimentan, están expuestas a otros factores del clima y su medio biótico, situación que favorece la presencia de algunos insectos, los cuales aprovechan esa vulnerabilidad de las plantas para crecer y acabarlas.
En los últimos años, comentó, derivado de la crisis ambiental que se vive en el planeta, como es el aumento de la temperatura y poca agua, las plantas se ven afectadas con este fenómeno que antes sucedía solo en los bosques; sin embargo, ahora también en las zonas urbanas.
López Barrios, expuso, que es una cuestión ambiental que no puede ser controlada por el hombre, y que se trata de disminuir con insecticida.
Citó que realizan un informe técnico, en el que cuantifican el daño de los árboles afectados y la superficie, posteriormente lo llevan a la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para ser evaluado y con base en el dictamen, emiten una notificación, que es como el permiso para poder eliminar los árboles en mal estado y disminuir la población de plaga.
Manifestó que ese es el hábitat del insecto, pero encuentra una condición que le es favorable, al aumentar la población que demanda más alimento y afecta más cantidad de árboles, por lo que esperan que con la regularización de la lluvia y la disminución de la temperatura, el bosque se vea beneficiado y el impacto sea menor.
El descortezador de pinos, es el dendroctonus mexicanus, mientras que el que afecta puntas y ramas, es el Pityophthorus blackmani, así como el descortezador de oyamel, es el Scolytus.
Dio a conocer que también han encontrado otro insecto que no se veía en el estado, el cual afecta a puntas y ramas, pero en todos los casos se trata de pinos y daña al renuevo, que son árboles jóvenes, incluso, se dice que el insecto es transportador de un hongo y envenena al árbol, el cual se intoxica y muere.
Este año se han ingresado 50 notificaciones para realizar el tratamiento, con una superficie afectada de 500 hectáreas y ocho mil 200 árboles dañados que se tienen que derribar, mencionó.
Para concluir, comentó que el problema del insecto descortezador lo empezaron a detectar en el año 2019, y del 2020 al 2022, se controló, en tanto que en 2023, se creyó que se había erradicado; no obstante, por las altas temperaturas de este año, se ha disparado su presencia.r