Toda la vida una de las grandes quejas que hemos tenido en cuanto a cualquier sistema de justicia es lo tardado y engorroso que es el mismo puesto que, cualquier trámite o juicio realizado puede llegar a ser no solamente costoso sino tan tardado que al final pudiera no tener eficacia ante ello, no puedo negar la falta de diligencia en gran medida de ciertos órganos jurisdiccionales.

Sin embargo, también existe la problemática de la sobresaturación de asuntos dentro de los juzgados, mismos que si bien son relevantes en la vida de las personas no son de una importancia tal como del resto de los litigios ventilados en esos mismos espacios.

En tal sentido, me refiero a que dichos asuntos bien pudieran ser resueltos bajo una cómoda conciliación de partes o un trámite burocrático sencillo, y si bien nuestro sistema lo permite y además lo alienta, pero lo cierto es que tampoco se ha preocupado por introducir en la cultura jurídica de las personas la idea de una solución alterna y mucho menos una infraestructura que permita otorgarles la confianza en las salidas alternas.

Por tanto, una infraestructura coherente implica otorgarle, mayor credibilidad y participación a los abogados en los mecanismos alternos de solución de conflictos, así como una mayor agilidad a los procesos y obligatoriedad a los mismos en cuanto a sus resoluciones puesto que, aquello que buscan las personas en su vida es certeza y seguridad jurídica y no un proceso.

En ese mismo sentido, es necesario otorgar información clara y fidedigna en cuanto a aquello que implica un proceso real, tanto sus costos, tiempos y consecuencias puesto que, debiendo de ser claros si bien los procesos se intentan ser lo más agiles posible también lo es que es necesario que tiempo suficiente para garantizar los derechos de todas las partes ocupadas puesto que, es mejor un proceso lento con una justicia al final que un proceso ágil con una injusticia de recompensa, pero la agilidad solo se podrá otorgar en cuanto despresuricemos los juzgados con aquellos que pudieran no ser tan difíciles de resolver.

Lic. Juan Fernando González Espinosa

juanfer_lm@hotmail.com

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