México viene de una tradición militar de nuestras instituciones, misma que durante años fue limpiada y se intentó eliminar de nuestro sistema de gobierno, basta con recordar que una vez finalizada la época de los caudillos e iniciado el proceso de estructuración del país los presidentes mexicanos provenían de una tradición militar, misma que permeaba en su gobierno.
No obstante, durante una gran parte de nuestra época contemporánea el ejercito fue una pieza fundamental para el gobierno en turno, pero conforme México inicio un proceso de pacificación e institucionalización el regreso a los cuarteles de los militares fue necesario y la ciudadanía fue ocupando el lugar correspondiente en las instituciones.
Hoy me parece que nuestro país atraviesa por un momento de decisión fundamental ya que, de nueva cuenta se ha planteado el ingreso de los militares a las instituciones civiles, en especial podemos ver el caso de la Guardia Nacional.
La constitución es enfática en señalar que el mando de la Guardia Nacional debe de ser civil y la institución si bien pudiera contar con elementos militares, el orden y el mando deben de ser civiles y no militares.
Lo anterior en virtud de que, la propia Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sido reiterativa de que la participación militar en la vida de las personas debe de ser excepcional y bajo normas civiles, el motivo es claro las normas militares y el mando militar tiene una finalidad clara que es el origen bélico.
En cambio, los ordenes civiles como la Guardia Nacional no sustentan su actuar en un enemigo sino en una protección, por lo que no es un bando contra otro sino una autoridad que debe proteger a una ciudadanía.
Considero que la Guardia Nacional en orden civil no solamente ha demostrado ser más humana y comprensiva, sino eficiente como es el caso en nuestra región bajo el Inspector Jesús Edgar Mares Espino, quien en esta región ha demostrado haber trabajo de la mano con los conciudadanos en beneficio de la región, por lo que el mando civil demuestra que conoce a sus conciudadanos, ve más allá de los cuarteles y busca la protección que necesita el Estado Constitucional de Derecho.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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