Que alguien nos explique cómo es que ha ido en descenso, pero el número de fallecidos por violencia, va en aumento, según lo dicho en la mañanera.
Porque con esa política de que el partido en el poder tiene otros datos, los ciudadanos vivimos en total desconcierto, en torno a uno de los casos que más preocupan, a menos de un mes que se lleve a cabo el proceso electoral más grande en México.
Enumerar cuántos hombres, mujeres e incluso infantes que han sido asesinados o desaparecidos en todas las Entidades que conforman nuestra República, sería prácticamente imposible por la falta de certeza. De ahí que lo único cierto es que el 65 por ciento de la población, manifiesta tener miedo de salir a la calle por la falta de seguridad…
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Si seguimos con esta práctica de ocultar la verdad, ya no habrá tiempo para contar con servicios médicos como los existentes en Dinamarca, según lo ha asegurado el Presidente, pues resulta que la megafarmacia también prometida para antes que termine el actual sexenio, apenas si ha surtido 341recetas.
Esto, junto con los apagones que se han presentado en casi la mitad de estados, la gente en general y analistas en particular, se preguntan de donde saldrán más recursos y políticas públicas para cubrir tantas deficiencias.
Mientras, en lo referente a la falta de energía, quienes eran los responsables de este encargo, o sean Manuel Bartlett y Rocío Nhale, siguen tan campantes, el primero despachando en sus lujosas oficinas de la Comisión Federal de Electricidad y la segunda, recorriendo Veracruz en busca de la gubernatura, y para seguir recibiendo recursos públicos, seguramente para continuar con la compra de inmuebles, ya sea en el territorio nacional o en Estados Unidos…
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Mientras aquí en Hidalgo, el proceso electoral en general se ve de un marcado color gris, es decir sin brillar. En otros estados, en donde la oposición es fuerte, podría suceder que Morena no se lleve el carro completo.
Entre estas entidades se vislumbran Guanajuato, Yucatán, Jalisco, Veracruz, Estado de México y la Ciudad de México.
Sin tener favoritismo, lo más sano para fortalecer la vida democrática de nuestra Nación, sería que quedara vigente una auténtica división de poderes para acabar con el caudillismo presidencial de una sola persona, que ha campeado en México desde la época de los tlatoanis.
De no darse un verdadero contrapeso, que deberían representar el Legislativo y el Judicial, seguiríamos escuchando la famosa frase acuñada desde hace años, cuando el mandatario preguntaba que hora es, de inmediato sus corifeos han contestado “la hora que Usted diga, señor”…
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Será rumor, será verdad, pero en los pasillos de Palacio se oyen voces de una separación de la pareja presidencial.
Habrá que esperar para saber que datos hay, o será un episodio de la guerra sucia.