efectivo no reelección), podría quedar olvidado en el baúl de los recuerdos.
Nos referimos al Partido Revolucionario Institucional, el cual no solo recién acaba de recibir la peor derrota electoral de su historia, sino que ahora vislumbra un panorama más que oscuro, por la ambición y la desunión que priva en sus filas, lo que incluso podría llevarlo a su desaparición.
Porque, cómo entender que su actual dirigente nacional, Alejandro Moreno, junto con nuestra paisana Carolina Viggiano, hayan acordado modificar los estatutos para seguir dirigiendo a dicha agrupación, hasta el año de 2034.
Para ello, convocaron a una reunión a puerta cerrada, a donde solo entraron 400 de sus consejeros afines, mismos que ¿cree usted?, el 97 por ciento de ellos votó en pro de las modificaciones que se comenta, permitirán que el campechano encabece al Tricolor en busca de la siguiente silla presidencial.
Es por esta razón, que priistas inconformes, que aunque no se crea aún hay, han ido al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral Federal, a denunciar lo que consideran una violación a los propios estatutos del PRI.
En respuesta, al inicio de esta semana, los 14 senadores electos votaron por reconocer como su coordinador a Manuel Añorve y decidieron iniciar los trámites de expulsión, para sacar del Institucional a Manlio Favio Beltrones, acusándolo de traición, a pesar de su larga trayectoria dentro de dicha agrupación política.
Este personaje, de inmediato señaló como asalto e ilegales, más no elección, las maniobras hechas por Alito y sus seguidores.
Es así que la contienda legal dictaminará el futuro del otrora invencible PRI.
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Qué Pasa en el
Cártel de Sinaloa
Independientemente de que el Mayo Zambada “cante” ante las autoridades gringas en torno a su inicio y tránsito en el mundo de las drogas, habrá que esperar si habla más de la relación existente entre ese bajo mundo y nuestra clase política, por lo que cuántos de estos personajes no estarán más que nerviosos por si el brazo de la justicia cayera sobre ellos.
Porque la madeja del secuestro, traición, acuerdo o lo que haya sido dentro del cártel de Sinaloa con Joaquín, uno de los hijos del chapo Guzmán, resta saber qué pasó con dos de las escoltas del Mayo, entre ellos un comandante de la policía de Sinaloa, quienes eran sus guardaespaldas y están desaparecidos, pero que ahora en una misiva que se dice mandó este narco, sus escoltas, señala, fueron muertos en el mismo lugar, a donde iba a haber una reunión convocada por el junior y en la que deberían de acudir además el propio gobernador Rubén Rocha Moya y el exrector de la Universidad de ese estado Héctor Cuen, para limar asperezas.
Aunque el propio mandatario estatal asegura que nunca supo de esa reunión, pues se encontraba en Estados Unidos y el mandatario federal López Obrador y la presidenta entrante Claudia Sheinbaum, han hablado en defensa del morenista y también han declarado que debe ser la autoridad federal, la que haga las investigaciones de este nuevo embrollo.
Es decir, otro caso más digna de la serie radiofónica cubana “La Tremenda Corte”.