Por Jorge Roldán Valencia
Da pena ajena que haya personajes metidos a la politica, que no conocen la vergüenza ni el dolor ajeno.
Nos referimos en este caso al alcalde de Taxco, quien busca la reelección en el cargo, sin importarle que dicho lugar de Guerrero, es prácticamente un municipio sin gobernabiliad.
Nos referimos a ello porque hace tiempo, el edil prefirió irse de vacaciones a España mientras chóferes del servicio público, eran acribillados por el crimen organizado.
Ahora, solo por hablar, su director de Seguridad Pública, Doroteo Vázquez, tiene la desfachates de revictimizar a una niña de seis y a su madre, diciendo que si mataron a la menor fue porque no la cuidaron.
Tendrá alguna prueba de ello este sujeto o solo habló para seguir pegado al hueso…
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Otra muestra de esto es también la desgobernabilidad en Campeche, ello sin importarle a la mandataría, Layda Sansores, porque la policía del Estado mantiene un paro de labores en su contra.
La tozudes de dicha mujer, obedece a que se niega a renunciar a su titular de dizque Seguridad, Marcela Muñoz, quien sin ninguna estrategia ni equipamiento, mandó a mujeres a tratar de controlar una revuelta en el penal del lugar, sufriendo varias de ellas vejaciones y ataques por parte de los reclusos…
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A quien tampoco le ha ido muy bien es la hidrocálida Rocío Nahle, quien tuvo que dejar el conocido café La Parroquia del puerto jarocho, tras los gritos de los asistentes del lugar, que al unísono vociferaban ¡fuera!, ¡fuera!
Que necedad la de querer mandar en un Estado de donde no se es originario…