Unos y otros
se echan la bolita,
pero quien resuelve
Resulta inconcebible que mientras él nuevo embajador de Estados Unidos en México, coronel Ron Johnson acaba de decir que no se descarta una intervención militar en contra de los cárteles de la droga, en México el gabinete de Seguridad que integra Alejandro Gertz Manero, titubea pues no sabe si atraer la masacre descubierta por grupos de la sociedad civil en territorio jalisciense.
Lo que hasta el momento ni el Presidente Donald Trump se había atrevido a declarar para combatir a las mafias que pululan por gran parte del territorio nacional, lo planteó abiertamente el ex boina del Ejército Estadounidense, durante su ratificación en el Senado de esa nación, como diplomático en nuestra Patria.
Sus palabras, sin duda, no deben echarse al costal de los recuerdos, toda vez que este personaje cuenta con una larga historia para combatir al crimen, como sucedió en su estancia en Afganistán, Colombia y El Salvador, por poner solo tres ejemplos, a dónde combatió a bandas de toda clase.
Y si no, que les pregunten a las terribles maras centroamericanos, que se encuentran presos en cárceles construidas específicamente para someterlos.
Al respecto, obvio es reconocer las palabras de la mandataria Claudia Sheinbaum, de respetar la soberanía de México, pero quedan flotando en el aire las preguntas de porqué hasta que Guerreros Buscadores dieron con ese lugar, siendo que en los ochentas, en dos ocasiones había sido intervenido por las autoridades, no se sabe si federales o estatales, siguió abierto el lugar y lo más grave, a la fecha ni un solo funcionario ha sido señalado y ya no se diga señalado, de tapar ese horrendo campo mortuorio.
Es por ello que, nuevamente la ciudadanía, ha convocado para el próximo domingo a manifestarse, tanto para exigir el reconocimiento de restos humanos como pedir castigo contra los coludidos.
O será como dicen miles de inconformes, que los gobiernos de todos los niveles, están coludidos con el pulpo de las drogas.
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Para que más
partidos
Cómo si viviéramos en jauja, ahora resulta que el Instituto Federal Electoral, que preside Guadalupe Taddei, ha dado luz verde a 81 agrupaciones políticas que aspiran a convertirse en Partidos políticos a partir de 2026.
Conociendo el ínfimo grado de aceptación que estás agrupaciones tienen entre la ciudadanía de todos los sectores, uno se pregunta para qué diantres queremos más partidos si con los que ahora tienen registro sobra y basta, para exigir que mejor las carretadas de dinero que reciben, se canalicen hacia el sector salud, el cual se encuentra más que saturado.
Aunque los requisitos no resultan tan fáciles de cumplir, estos organismos tendrán que llevar a cabo 200 asambleas estatales con la asistencia de 300 personas y otras 200 distritales, en las cuales todos los asistentes deberán acreditar su afiliación ante las instancias nacientes.
Cómo antes en las boticas de los pueblos, donde se vendía de todo, ahora el espectro de suspirantes a liderar un nuevo partido va de todos olores, colores y sabores, aunque se duda que la gran mayoría de ellos conozca, ya no digamos sus estatutos, sino sus principios básicos.
Sino, vamos a seguir viendo escenas propias de cantina -aunque ahí se comportan mejor-, como las que vemos a diario en redes y noticiarios televisivos, como por ejemplo los que a últimas fechas han protagonizado, Alito Moreno y Gerardo Fernández Noroña, figurones del PRI y del PT, respectivamente, en dónde el segundo aseguró que meterá al primero a la cárcel, aunque se le olvidó que no tiene las atribuciones para ello pues es senador, no juez y el del tricolor no bajó al izquierdista, de ser un “grande penitente”.
O sea, debates de altura y por lo que se ve, tendremos más.
Por eso veremos qué acontece con la petición de desafuero hacia el legislador morenista, acusado de intento de violación, Cuauhtémoc Blanco, pues las apuestas están parejas para que siga el proceso.
Usted, que opina.