Por Arturo Hernández Cordero

En la última semana ha dado comienzo formalmente la competencia interna entre las figuras morenistas y demás allegados a la 4T, que pretenden contender en representación del oficialismo en las elecciones presidenciales del 2024.
Los aspirantes de la izquierda han empezado a renunciar a sus cargos, para contender en el proceso entre quienes durante años han conducido sus vidas públicas al cobijo de la popularidad de López Obrador y cuya visibilidad durante todo el sexenio, ha estado a tope, lo que hace difícil que cualquiera de ellos acepte una eventual derrota en las elecciones internas.
Tanto morenistas como opositores, saben que las simpatías del Presidente y gobernadores de la 4T favorecen a Claudia Sheinbaum, y que todo el proceso estará volcado a su favor, puesto que desde hace tres años, ha empezado a gestar su posicionamiento echando mano del proselitismo con el total consentimiento de las autoridades de la 4T.
De momento, el presidenciable que más inconformidad ha manifestado con respecto a dicha situación, es el ahora ex Canciller Marcelo Ebrard, cuya trayectoria política en paralelo a López Obrador, trasciende a más de dos décadas y qué, pese a su actividad diplomática tan relevante en el sexenio, no ha contado con el respaldo ni la proyección que el Presidente y la cúpula morenista han otorgado a Sheinbaum.
Por otro lado, presidenciables como Adán Augusto López, Ricardo Monreal o Fernández Noroña, cuentan con una proyección y popularidad mucho menor que Ebrard y Sheinbaum; no obstante, el único que se espera que acate las determinaciones de AMLO es el aún secretario de Gobernación, Adán Augusto, teniendo en cuenta que tanto Noroña como Monreal han dado indicios de tener intenciones de emprender candidaturas al margen de MORENA.
En el debate público se ha empezado a visualizar la posibilidad de que Ebrard sea postulado por Movimiento Ciudadano, en caso de que Sheinbaum se imponga en el proceso interno de MORENA. Ante tanta especulación, lo único que parece ser un hecho es que la supuesta unidad férrea de la 4T no sobrevivirá al actual sexenio.

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