Los tres museos de Tulancingo permanecerán abiertos durante este periodo vacacional de “Semana Santa” y hasta la tarde del jueves 28 de marzo, el aforo que registraban era considerado bueno, ya que son una alternativa turística para los visitantes.
Hasta las seis de la tarde de este jueves, el “Museo de El Santo”, que es el de mayor afluencia, presentaba un aforo de 228 personas, mientras que el miércoles tuvo la visita de 118 turistas y se espera que el fin de semana, incremente este número.
El “Museo del Ferrocarril”, durante el miércoles presentó un aforo de 71 personas; mientras que el jueves, hasta una hora antes de cerrar, se contabilizó la visita de 170 personas; en tanto, el “Museo de Datos Históricos” registró 29, el miércoles, y 25, el llamado “Jueves Santo”.
María Dolores del Mazo, encargada del Museo del Ferrocarril, informó que la mayoría de los visitantes en los dos últimos días, provienen de la Ciudad y el Estado de México, Pachuca, Baja California y Tlaxcala.
Refirió que quienes visitan el museo expresan nostalgia, pues muchos de ellos viajaron en tren y recuerdan vivencias, incluso personajes que conocieron en los trayectos de México a Beristain.
En el “Museo de El Santo”, el origen de las visitas en estos dos últimos días, es similares al del “Museo del Ferrocarril”; sin embargo, les llama más la atención la interactividad que tiene y que lo hace más atractivo.
En el “Museo de Datos Históricos”, la encargada comentó que más que las piezas arqueológicas, a la gente le llama la atención las biografías de los tulancinguenses ilustres, al igual que las líneas del tiempo en la historia de Tulancingo.
María de la Luz López, originaria del Estado de México, opinó que le pareció muy bonito y le gustó mucho el área donde se realizaba todo el correo por el ferrocarril, además expresó que es una lástima que se haya perdido parte de los Ferrocarriles Nacionales. Finalmente, Derek Sánchez, quien proviene de la Ciudad de México, se reconoció como un fan de “El Santo”, por lo que decidió venir y se llevó una grata sorpresa al visitar el museo de “El Enmascarado de Plata”, pues es interactivo y tiene elementos que no se ven en otros espacios dedicados a este ícono de la lucha libre.