Pese a que se restablecieron algunas actividades no esenciales, los músicos de Tulancingo han afrontado una de las crisis más severas de los últimos años, debido a la pandemia por COVID-19, informó Francisco Rodríguez, representante del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Música, sección 155 de Tulancingo.
Recordó que, por lo regular, en el mes de septiembre tanto mariachis como tríos huastecos, norteños y grupos versátiles, tienen bastante trabajo, sin embargo, sus actividades disminuyeron aproximadamente 70 por ciento respecto a otros años.
Lamentablemente, dijo, persiste el problema durante la celebración de Todos Santos. “De seguir los contagios para diciembre, que anteriormente era también una fecha buena por el Día de la Virgen de Guadalupe, las posadas, Navidad y Año Nuevo, la situación será la misma y tendremos que seguir apretándonos el cinturón”.
El 70 por ciento de los músicos de la región basan sus ingresos en la práctica de esta actividad.
“Estamos teniendo contratos para tocar especialmente en fiestas familiares, con entre 10 y 20 personas, principalmente cumpleaños”.
“En algunas fiestas hemos llegado a tener un máximo de 50 personas, siempre cuidando las recomendaciones que nos ha hecho la Secretaría de Salud”, comentó.
Francisco Rodríguez, puntualizó que entre los músicos hay contadores, maestros y funcionarios, por mencionar algunos; sin embargo, más de 200 personas literalmente viven de la música.
“En nuestro último padrón la cifra era de poco más de 300 músicos, pero existen aproximadamente 150 compañeros más que se dedican al folclor, como mariachis, huapangueros y norteños, algunos son locales y otros flotantes, es decir están solo algún tiempo y se van, todos ellos están en la misma situación que nosotros”.
Por último, reiteró el deseo de que pronto se regrese a las actividades habituales y el semáforo epidemiológico permanezca en verde para volver a lo que tanto les apasiona, la música