A casi dos años de su construcción, la ciclopista ubicada en el libramiento La Joya, ya registra daños que ameritan ser atendidos para no permitir la decadencia de este espacio, que es útil para los ciudadanos que gustan de ejercitarse y trasportarse en bicicleta.
La ciclopista tiene una extensión aproximada de mil 500 metros y conecta desde el monumento a Miguel Hidalgo hasta el Sendero Intermunicipal de Movilidad Alterna (SIMA) y a la entrada de la Ciudad Universitaria de Tulancingo, y el deterioro se presenta en la parte poniente, donde recién aumentó el crecimiento urbanístico.
En esa parte, se pueden ver bolardos doblados, caídos y sucios, tanto que su color amarillo y propiedades reflejantes ya no se notan, lo cual puede ser un factor de riesgo para los ciclistas que circulan de noche porque, además, ese tramo no cuenta con alumbrado público.
“Ha cambiado mucho esta parte del libramiento, ya hay fraccionamientos, más negocios y por ende más tránsito de vehículos, que buscan estacionamiento y creo que por eso es que se han dañado los postes delimitadores, intentan pasar entre ellos y como son flexibles, pues no les preocupa tanto a los automovilistas”, señaló Arturo Ríos.
La petición a la autoridad que corresponda, comentó Julieta Pérez, es que reciba el mantenimiento correspondiente porque es un espacio útil, no hay banquetas y tanto en bicicleta como caminando, se usa esa ciclopista y sería una lástima que se dejara caer, como la de la colonia San Luis.
Según datos de la anterior administración, Tulancingo tiene alrededor de nueve kilómetros de ciclopistas y la del libramiento La Joya, es la más reciente y conecta con el SIMA, que a su vez es un punto de conexión para los ciclistas con Santiago Tulantepec