Por Sir Arthur

El pasado 29 de diciembre, el renombrado diario estadounidense, The New York Times, publicaba un reportaje sobre la supuesta fabricación de opioides en el Estado de Sinaloa, que posteriormente, serían enviados a los Estados Unidos.
Natalie Kitroeff, reportera que ya en anteriores ocasiones ha sido señalada por difundir información de dudosa procedencia e imposible de corroborar, fue la encargada de dicho “trabajo periodístico”, con supuesta evidencia fotográfica que mostraban el laboratorio clandestino y la elaboración de narcóticos; que a todas luces, se percibe como un pobre e improvisado montaje (desconcertante teniendo en cuenta el calibre de NYT).
Kitroeff, consciente de que el lector estadounidense promedio no conoce del proceso de elaboración de los narcóticos que tienen a su sociedad en una crisis, supuso que sería viable presentar a mexicanos fingiendo cocinar el mencionado narcótico, en una pequeña cocina convencional, sin ningún traje ni máscara protectora, con instrumentos rudimentarios y con una historia de trasfondo llena de clichés televisivos, en la que en plena preparación y filmación del proceso, llega una redada del ejército mexicano que les obliga a retirarse.
Si bien, tan pronto como fue publicado el “reportaje”, varias voces hicieron eco de las inconsistencias del trabajo periodístico y lo tildaron de montaje, The New York Times emitió un comunicado en el que respaldaba a sus reporteras, lo que ha evidenciado su postura orientada a desprestigiar y estigmatizar internacionalmente a México.
El montaje realizado por Kitroeff, tiene por objetivo crear una narrativa que ponga a México como el único responsable en la crisis del fentanilo que azota a EE.UU. y restarle importancia a los grandes productores canadienses y narcomenudistas estadounidenses que fabrican y distribuyen masivamente los opioides en el país vecino.
El Gobierno Federal ya ha salido a refutar técnicamente el montaje de Natalie Kitroeff, sin embargo, a lo largo del 2025 se seguirán viendo acometidas de los medios hegemónicos estadounidenses en contra de México, ya que de momento, solucionar los problemas internos de EE.UU. no representa siquiera una opción.

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