Ante el incremento acelerado de contagios por Covid-19, el obispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, José Domingo Díaz Martínez, anunció que todas las iglesias y parroquias, reforzarán las medidas sanitarias y el aforo para celebrar las misas será de 30 por ciento, con el uso obligatorio del cubre-bocas, aplicación de gel anti-bacterial, sanitización de ropa, toma de temperatura y el cuidado de la sana distancia.
El prelado, aseguró que tendrán mayor cuidado sobre todo los domingos, por ser cuando se concentran más personas en los recintos religiosos.
Dijo también que estarán al pendiente de las indicaciones que emitan las autoridades de los tres niveles de gobierno.
A su vez, llamó a los fieles a cuidarse y protegerse, ya que de continuar la tendencia al alza, las actividades litúrgicas tendrán que suspenderse totalmente por tiempo indefinido, tal como se anunció el 17 marzo de 2020, cuando comenzaba esta pandemia.
A partir de esta fecha, las 80 parroquias que abarca el arzobispado, el cual comprende del oriente de Hidalgo hasta la sierra norte de Puebla y tres municipios de la huasteca baja de Veracruz, volvieron a tener actividad hasta el 24 de junio del presente año, con un aforo del 30 por ciento, que posteriormente aumentó al 50.
El arzobispo Díaz Martínez, en octubre de 2020, dio positivo a la prueba de Covid-19; sin embargo, logró recuperarse.
En contraste, cuatro sacerdotes de la Arquidiócesis de Tulancingo perdieron la batalla contra este agente patógeno