Ya es costumbre que después de la conclusión de cada proceso electoral, inicie informalmente, el siguiente que incluye rituales para tejer alianzas, saldar cuentas y quemar las naves. Poco a poco, los actores y personalidades de la política, irán tomando partida y escogiendo un bando. Y es que nos guste o no la sucesión por la gubernatura en Hidalgo ya comenzó.
Y la ha iniciado principalmente el partido Morena, primero con la creación del Frente Intermunicipal de Gobiernos de la 4T en Hidalgo y luego con la aprobación de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en el Congreso Local, con la que atrajeron la simpatía de los sectores progresistas de la población y el reconocimiento a nivel nacional e internacional, descalificando, de manera genérica, a los partidos de oposición que de forma natural se decantan en el conservadurismo.
Del bloque opositor, la respuesta llegó con la toma de protesta del alcalde de Mineral de la Reforma como dirigente de la Asociación de Municipios del Edo. de Hidalgo, que aglutina a 68 ediles mayoritariamente del PRI, PAN, PRD, PESH y dos de Morena: José Ramón Amieva de Mixquiahuala y Erik Mendoza de Tenango de Doria.
Con esta maniobra no sólo se pretende hacer contrapeso a la agrupación de ediles morenistas sino proyectar la imagen de liderazgo de Israel Félix, en el mejor trampolín hacia la gubernatura.
El evento, en el que se destacó a la 4T, al Gobierno Federal e incluso al Presidente de la República, aviva los rumores que apuntan a una eventual salida del Gobernador Fayad de su partido, para fortalecer la sucesión en el 2022, basados en la inminente derrota electoral priista del próximo año y que se ha pretendido disfrazar con una “excelente” relación del mandatario hidalguense con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para dejar a su partido y a su candidata en la caída libre de la derrota. La sucesión comenzó, nos guste o no, y el horizonte que hoy se ve nublado, se va a despejar