La discriminación es una de las acciones que más nos afectan como sociedad, que ha creado una división entre las personas de nuestro mundo y ha generado las mayores agresiones, fracturas y destrucciones en todos los tiempos.
No podemos decir que la discriminación sea una cuestión novedosa, por el contrario, ha mutado a lo largo de la historia iniciando incluso como procesos institucionalizados hasta pasar como actos invisibles para la sociedad.
Hoy la discriminación se hace patente en el día con día de la sociedad y las personas buscamos visibilizarla como una forma de defensa y destrucción de la misma.
En lo personal, me considero una persona optimista que ve pequeños avances en contra de la discriminación y considero que son prueba de un cambio que si bien puede ser considerado lento es positivo para nuestra sociedad.
Sin embargo, estoy seguro que no podemos cantar victoria que la discriminación continua en nuestra sociedad afectando a los círculos más indefensos de la misma.
Del mismo modo, creo que la discriminación ha comenzado una mutación generacional puesto que, si bien las nuevas generaciones han comenzado a eliminar la discriminación hacia aquellos grupos que las generaciones anteriores señalaron como vulnerables y fueron discriminados actualmente la discriminación ha avanzado sobre diversos grupos que se han considerado no solo como minoritarios sino como “arcaicos”.
En tal sentido, esta nueva discriminación hacia grupos considerados conservadores si bien es una lucha por las nuevas generaciones respecto de los pensamientos de cada una no puede convertirse en una intolerancia o discriminación.
Por tanto, debemos de ser claros respecto de la necesidad de terminar con toda forma de discriminación y comenzar con un proceso de tolerancia que permita a todos los grupos tolerantes exponer sus ideas sin menospreciar los de otro.
Hemos de buscar un mundo donde la tolerancia sea la regla para que la discriminación sea eliminada por completo.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
juanfer_lm@hotmail.com