El anuncio que a finales del mes pasado hicieron los representantes de La Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (Amotac), en el que señalaban que habían firmado un acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), para que el uso de las rampas de emergencia fuera gratuito, se hizo oficial el pasado miércoles.
A través de un comunicado, la SICT informó que se eliminó el cobro por el uso de las rampas de emergencia para frenado en todas las carreteras federales y anunció la creación del Sistema Informático de Registro de Servicios (SIRSE), que dará transparencia y certeza jurídica al rescate de vehículos de autotransporte federal y particulares, por medio de grúas, lo cual también fue una petición de la AMOTAC.
Señalaron que el marco del Reglamento de los Servicios Auxiliares al Autotransporte Federal de Arrastre y Salvamento y Depósito de Vehículos, la Subsecretaría de Infraestructura de la SICT requirió la eliminación del cobro en el uso de rampas de emergencia para frenado, con la finalidad de incentivar el uso de éstas y procurar la seguridad en las vías generales de comunicación.
La dirección general de Autotransporte Federal de la SICT, dio a conocer a los permisionarios de este giro, que los servicios auxiliares de arrastre y salvamento (grúas), que requieran los usuarios que utilizan las rampas de emergencia, deberán sujetarse a las tarifas de cobro de maniobras “fuera del camino”, establecidas en el capítulo quinto de dicho Reglamento.
Las rampas de emergencia para frenado, son las franjas auxiliares instaladas a un costado de las carreteras, para detener a las unidades del autotransporte federal que quedan fuera de control a causa de fallas mecánicas o en el sistema de frenado, lo cual permite evitar la pérdida de vidas humanas.
De acuerdo con el delegado en Hidalgo de la AMOTAC, Gerardo González García, el costo que tenían que cubrir por el uso de las rampas, oscilaban entre 150 mil a 250 mil pesos, situación que les parece injusta y considera que por eso, algunos operadores preferían evitarlas y aventar los camiones donde se pudiera.