Al protestar como el gobernador constitucional número 34, Julio Menchaca Salazar, señaló la necesidad de devolverle al ejercicio del poder, el sentido ético y moral y quitarle la frivolidad, la opulencia y el derroche.
Ante miles de invitados entre ellos las corcholatas´ del presidente Andrés Manuel López Obrador, el morenista levantaba la mano para protestar como el nuevo mandatario de esta entidad. Finalmente llegó el día, ese por el que durante dos meses de campaña Julio Menchaca Salazar y su equipo recorrieron el estado. Las calles aledañas a Palacio de Gobierno fueron cerradas y por ellas, caminaron cientos de invitados quienes con bandera de Morena y al grito de ¡Julio gobernador!, arribaban a la Plaza Juárez. A las 11:30 comenzó la sesión del Congreso en la Plaza Pública que se decretó como recinto oficial. La presidenta de la mesa directiva del mes de septiembre, Lisset Marcelino, realizó el pase de lista y convocó a la comisión de cortesía, recibiera al nuevo mandatario. Así entre saludos a los ciudadanos y el acompañamiento de los diputados y del secretario de Gobernación, Adán Augusto, Julio Menchaca llegó al templete donde poco después del mediodía protestó como gobernador y con ello, llegó un nuevo régimen para la entidad, el de la transformación, aseguró. En su discurso el mandatario refirió que se inicia una nueva historia que permitirá transformar al Estado, luego de 93 años de priismo, un cambio para terminar con las malas prácticas de un sistema que se fue para siempre. Refirió que hay muchos problemas algunos complejos pero dijo, juntos se van a superar ya que resaltó con el pueblo todo y sin el pueblo nada. Resaltó que se erradicará la corrupción y la impunidad, para llevar los recursos a la gente que lo necesita, por lo cual se habrá de desmantelar un sistema que lastimó a todos. Recalcó que la alternancia hoy es una realidad y la esperanza venció a la imposición. Ante sus invitados entre ellos la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y el canciller Marcelo Ebrard, el gobernador señalaba que conoce las necesidades de los hidalguenses, de las infancias, y de las personas de la diversidad que durante muchos años han sido excluidos. Al referirse a los políticos que lo acompañaron en la toma de protesta, algunos recibieron rechiflas como los exgobernadores priístas y Ricardo Monreal a quien los invitados le gritaron traidor. Así también las llamadas corcholatas recibieron el grito dePresidente y Presidenta´, respectivamente.
Julio Menchaca agradeció a todos y dijo que su objetivo es claro: gobernar con el pueblo y para el pueblo, por lo que también hizo una invitación a los ciudadanos ya que dijo, la historia del Estado no puede ser cambiada por una sola persona e invitó a todos a sumar esfuerzos.
Resaltó que se le debe devolver a la política a la dignidad y a los políticos su vocación social y de servicio público. Se eliminará la estructura institucional al servicio de los negocios de unos cuantos y se dejará atrás la corrupción, ¡no les voy a fallar!
También resaltó que la reconciliación y el trabajo conjunto son la base para un mejor país. En tanto que los invitados algunos con pancartas se hacían presentes con porras y gritos entre ellos el de ¡Julio gobernador!, el mismo que retumbó durante su campaña.
Estuvieron presentes los jóvenes, los campesinos así como los cooperativistas de la Cruz Azul, cada uno con sus porras y sus arengas resaltaron el apoyo al mandatario quien por primera vez, no salió de las filas del Partido Revolucionario Institucional.
Todos buscaban saludar y todos buscaban la fotografía con Julio Menchaca así como con los invitados especiales, sobre todo con Claudia Sheinbaum y el canciller Marcelo Ebrard, así ayer comenzó la etapa de Morena

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