Nicolás Márquez regresó a casa el pasado fin de semana, después de casi tres meses desde que entró a quirófano para que le realizaran un trasplante de hígado, en el Hospital Infantil Federico Gómez, de la Ciudad de México.
Fueron 83 días en que el menor Nicolás, junto con su familia, luchó por su vida, aferrándose al amor de sus padres, de sus hermanos, abuelos, a la vida misma para solventar todas las complicaciones que se presentaron después de la intervención quirúrgica de más de doce horas.
A inicios de la semana anterior, los médicos dieron una excelente noticia a los padres de Nicolás; Néstor y Mary… “Es muy probable que el fin de semana se puedan ir a casa a terminar su recuperación en su hogar”.
Tras la cirugía de trasplante, hubo necesidad de dos operaciones más, para hacer algunas correcciones, lo que prolongó la estancia del menor en el hospital, sin embargo, los días fueron pasando y los estudios empezaron a ser favorables; el drenado de bilis era mínimo y el cuerpo de Nicolás podrá terminar ese cicatrizado en casa.
Los padres de Nicolás informaron que estarán volviendo a consultas médicas y revisiones en semanas posteriores, además de que mantendrá algunas restricciones propias de la complejidad de un trasplante, pero están agradecidos porque desde ahora comienza una segunda oportunidad de vida que les Dios les regaló.
Los padres y Nicolás mismo, agradecen a todos que lo apoyaron estando al tanto de su salud en redes sociales, mandando mensajes de aliento para continuar luchando, a los que los apoyaron económicamente, a los que elevaron a Dios un rezo u oración, los que donaron sangre, y en especial a todo el equipo de trasplante y personal médico del Hospital Infantil Federico Gómez.
“Gracias a ti mamá, por darme ese pedacito de tu hígado y hacer que mi vida cambiará totalmente”, expresó Nicolás.
Sin duda, dijo Néstor Márquez, fueron 83 días donde supieron que la vida tiene un gran significado, y reiteran el agradecimiento a todos los que les apoyaron para hacer que la vida de su hijo Nicolás no tuviera caducidad.
“Jamás podré pagarles lo que hicieron por mi hijo; fueron casi seis años de un protocolo para lograr esto. El 26 de noviembre Nicolás cumplirá 6 años y su deseo que siempre pedía se cumplió; qué se hiciera su trasplante”, comentó el padre de Nicolás.