Si bien es cierto que el IEEH ha estado involucrado en varias controversias, excesos y en algunos casos, falta de legitimidad desde su creación en 1996, la caída del PREP en la elección de Ayuntamientos en 2020 y la remoción tanto de su Consejera Presidenta como de uno de sus Consejeros, a inicios del año, han marcado una crisis institucional y pérdida de confianza, pese a los esfuerzos para garantizar en las pasadas elecciones, imparcialidad y capacidad técnica.
La designación de María Magdalena González Escalona, otrora Vocal de Capacitación Electoral y Educación en INE Hidalgo, abre la posibilidad de una reingeniería institucional de un Órgano Electoral, que recibe anualmente más de 200 millones de pesos y que arrastra con vicios institucionales y rutinas administrativas, en las que abundantes recursos públicos no han sido adecuadamente vigilados.
Por eso debe llamar poderosamente la atención que en su primer mensaje, la Consejera Presidenta haya señalado que llevará a cabo una evaluación en cada una de las áreas que lo integran.
Al ejercicio transparente de sus recursos, se suma la necesidad de hacer eficiente sus mecanismos de designación de las y los integrantes de los Órganos Desconcentrados y la integración de un Servicio Profesional de Carrera, así como promover educación cívica y los ejercicios de participación ciudadana.
De cara a la super elección de 2024, el IEEH necesita además fortaleza institucional para ejercer sus funciones a plenitud, así como la debida credibilidad que legitime sus decisiones, lejos de la influencia de poderes fácticos, partidos y grupos de poder y sin perder el sentido de la autonomía e independencia, que se supone que son principios básicos que deben regir a toda autoridad electoral.
La reingeniería del IEEH con dos nuevas Consejerías, no sólo es necesaria sino urgente en un momento político en el que los Organismos Públicos Electorales, están más cuestionados que nunca y corren riesgo de desaparecer
