Pese a la recomendación de las autoridades sanitarias respecto a evitar salir de casa en estas vacaciones de Semana Santa, muchos ciudadanos decidieron dejar el centro del país y dirigirse a las costas del Golfo de México, en busca esparcimiento.
Desde el pasado lunes, se viralizaron fotografías que mostraban a varias personas, esperando su hora de salida en el aeropuerto de la Ciudad de México, situación que fue señalada por un sector de la población, que no podía creer que en medio de una pandemia, que ha cobrado la vida de más de 200 mil mexicanos, decidieran irse de vacaciones.
Ayer (Jueves Santo), aproximadamente a las 9:00 horas, la carretera federal México-Tuxpan, en el tramo de Pitula-San Alejo, registraba un aforo entre 40 y 45 vehículos por minuto hacia el Golfo de México.
El aforo que registró la carretera federal resulta menor al de hace dos años, cuando a esa misma hora y el mismo día festivo, el aforo era de entre 65 y 70 automovilistas, con rumbo al oriente de la República.
Incluso, en el parador que está antes de la caseta de cobro de San Alejo, la aglomeración de turistas era evidente, algunos para ir al sanitario, otros para consumir alimentos o hidratarse en las tiendas de conveniencia, sin faltar los aglomerados en un puesto de tacos.
Esta movilidad, de acuerdo con las autoridades sanitarias, podría derivar en una tercera ola de contagios de Covid-19, con consecuencias similares o más críticas, en relación a lo que se vivió en enero tras la movilización inherente a las fiestas de fin de año.
Esto, podría agravarse luego que el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, confirmó el pasado miércoles que se descubrió un caso de la variante de cepa británica de Covid-19, la cual corresponde a una persona de origen austriaco, que vino de trabajo a México y se encuentra en la entidad, aislado y en observación.