El tema de la diversidad sigue siendo un tema controversial. A pesar de las labores de sensibilización, para que la preferencia sexual o la expresión del género no sean objeto de agresiones y violencia. En nuestra sociedad y hoy en día sigue habiendo mucha desinformación, discriminación, segregación y poca tolerancia y respeto a la comunidad de la diversidad. (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgenero, Transexuales, Intersexuales, Queer, +)
Y bueno, muchas personas logran ser tolerantes y hasta cierto punto lograr la convivencia con personas de la comunidad de la diversidad. Incluso pueden llegar hasta formar amistades. Pero cuando te toca ser papá o mamá de una personita que se manifiesta gay o lesbiana o trans; es cuando toda la sensibilización y tolerancia se ponen verdaderamente a prueba.
Cuando nacemos es imposible definir nuestra identidad y preferencia sexual; ya que la identidad se reconoce alrededor de los 3 años; y la preferencia se manifiesta entrada la adolescencia cuando comenzamos a tener consciencia de nuestra atracción erótico-afectivo hacia uno u otro género. Y es hasta ese momento que podemos comenzar a definirnos si somos heterosexuales, homosexuales o bisexuales.
Evidentemente cuando nacemos nuestra madre, padre y familiares se refieren a nosotros como niño o niña en función a los órganos sexuales con los cuales hallamos nacido. Y desde ese momento el ideal de ser hombre o mujer es formado en las personas que nos rodean. Así que, cuando una madre comienza a sospechar que su hijo es homosexual, o que no se comporta de acuerdo a como lo exige su sexo biológico es cuando se comienza a poner en prueba todo lo sabido sobre la diversidad.
La primera reacción es la negación. Decirse a sí mismo “esto no está pasando”, “seguramente yo estoy viendo cosas”, “vamos a darle más tiempo”, “seguramente es porque no ha encontrado una bella mujer que lo cambiara” (o un buen hombre) etc.
La segunda reacción más común es ofrecerle mujeres (a los hombres) con el fin de despertar su lado heterosexual. “mira hijo, no es bella fulanita y NO Tiene Novio; porque no la invitas a salir…” freses muy comunes.
Y por último y en la mayoría de los casos al ver que la preferencia no cambia; muchas veces el enojo se desencadena en violencia y/o tristeza.
Cuando un padre se entera o sospecha de la homosexualidad de su hijo lo primero es enojarse y segundo forzarlo a ser “hombre”. Generalmente cuando el hijo es adolescente el padre le obliga a tener sexo con mujeres exponiéndolos incluso a sexoservidoras. Ejerce violencia y desprecio.
Ante estas reacciones el adolescente o joven homosexual no tiene muchas alternativas; o bien renuncia a expresar su homosexualidad (generando represión) o bien, se arriesga y se sale del hogar para ser aceptado muchas veces en ambientes no sanos.
Muchas personas estamos conscientes de la diversidad, pero no muchas la aceptan en sus familias. Y es mucho más difícil saber que tienes yn hijo o hija homosexual o “de la diversidad”
Cuando sospeches o estés seguro que tu hijo es homosexual, o trans; no reacciones violentamente. Ten en cuenta que es algo que tu como padre o madre no puedes controlar.
Lo primero que tienes que hacer es informarte de que se trata la homosexualidad y la diversidad.
Segundo tratar de tener una plática con tu hijo sobre lo que sabe o no sobre lo que está viviendo; de sus emociones y sentimientos, de cómo está al respecto; y también expresarle tus sentimientos y miedos.
Y sobre todo cuidar que su seguridad e integridad estén presente, esto cuidando de que no sea violentado debido a su preferencia; o bien tenga compañías que le hagan daño.
Tener un hijo homosexual o de la diversidad no es algo que se espere; sin embargo, si está presente en tu familia hay que anteponer ante todo lo que se siente y vive; que, así como venias amado y cuidando a tu hijo o hija antes de enterarte de su diversidad o preferencia; así tienes que seguirle amando y cuidando.
Hay Información, grupos de apoyo a familias y personas de la diversidad, terapeutas. Muchas opciones para entender y vivir.