Hace 65 años, la familia Jiménez Ramos emprendió uno de los negocios que hoy es toda una tradición en Tulancingo, la elaboración de papel picado y las calaveritas de dulce, para las ofrendas a los “fieles difuntos”.
El papel picado, al ser un trabajo totalmente artesanal, debe empezar desde marzo, con el diseño de los dibujos, plasmándolos primero en cartulina y luego en un plástico, para después, con ayuda de cinceles especiales que ellos mismos labraron, hacer el picado, a golpe de martillo, mucha paciencia y precisión.
Fidel Ramos Jiménez, nos demostró el proceso, el cual exige mucha precisión en los golpes, ya que para no maltratar el papel deben de dar entre tres o cinco golpes en el cincel, y la plancha de papel debe tener entre 25 y 30 papeles para que no se dañen.
Para realizar un máximo de 30 papeles, de 70 centímetros por 40 centímetros, los artesanos deben aplicar entre 3 mil y 4 mil 500 golpes, dependiendo el diseño, mismos que hacen en un lapso de 90 a 120 minutos.
Este trabajo de temporada que hace en Tradiciones Ramos, comentó Fidel Jiménez, ha caído en sus ventas, pues en comparación con las ventas de hace 10 años, las ventas actuales han bajado un 60 por ciento.
El principal obstáculo que tienen en el papel picado, es que ha entrado mucho que viene de china, el cual es realizado con métodos no artesanales y por lo tanto un poco más económico; no obstante, su trabajo es reconocido por la gente que sabe, que son diseños originales y hechos totalmente a mano.
Además, el papel que ellos ofrecen, es de diferentes tamaños, contando con gran variedad de diseños y colores que es donde igual han innovando, contando recientemente con papel picado metálico, que es un poco más caro por lo difícil que es el trabajarlo.
En cuanto a las calaveras de dulce, la familia Jiménez Ramos ha tendido que innovar y fabricar claveritas de gomitas, de amaranto, de tamarindo, de chocolate y, en esta última modalidad, han metido el chocolate Turín, que es de mayor calidad y se adorna con frutos secos, combinación que ha sido aceptada por sus clientes.