Por Cristian Andrey Rangel Hernández
Amigo lector continuando con el ciclo presupuestario, el pasado 8 de septiembre el Ejecutivo Federal entregó el Paquete Económico 2024, documento que integra los Criterios Generales de Política Económica, la Ley de Ingresos de la Federación, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación y la Ley Federal de Derechos, los cuales fueron turnados a la Cámara de Diputados para su revisión y de ser aprobados por el Congreso entrarían en vigor a partir del 1 de enero de 2024.
Dichos documentos muestran un panorama base sobre la política hacendaria y los ingresos-egresos para la gestión del gobierno 2024, resumiendo la propuesta en los siguientes datos clave:
El gobierno de la 4T pronostica que la economía mexicana tendrá un crecimiento de 3.5% real durante el 2024.
La Secretaria de Hacienda estima que el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo será de 56.7 dólares por barril.
El promedio en la fluctuación del tipo de cambio peso-dólar se estima en 17.1 pesos por dólar.
Se prevé el fin del ciclo inflacionario pues la estimación para el 2024 es de 3.8%
El precio del gas natural se estima en promedio de 3.5 dólares por millón de unidades térmicas británicas.
En relación con la captación de ingresos, el gobierno prevé conseguir ingresos presupuestarios por 7.3 billones de pesos.
Por el lado los egresos totales, Hacienda estima un gasto neto total de 9.22 billones de pesos.
Estos dos últimos datos indican un endeudamiento interno de 1.9 billones de pesos y la propuesta del ejecutivo es solicitar un techo de endeudamiento externo neto de 18 mil millones de dólares.
Pero el trasfondo real del presupuesto para el 2024 radica en que debemos recordar que será un año electoral y la apuesta es el aumento en el gasto destinado a los programas sociales, este último ya es 40% mayor respecto al presupuestado en 2018 y consolida así la bandera del gobierno de la 4T pero que hereda para el siguiente sexenio la urgente necesidad de una reforma fiscal cuyo principal objetico sea detener las pérdidas de Pemex y el deterioro de las finanzas publicas.