Sin duda uno de los momentos jurídicos más drásticos que hemos visto en estos tiempos, es el Paro que han señalado se realizará por parte del Poder Judicial Federal como consecuencia de la discusión de la denominada Reforma Judicial.
Más allá de lo que ello pudiera implicar o no la Reforma, el propio paro implica cambios significativos y actuales en el sistema de justicia mexicano.
En primer punto, el paro es indefinido por lo que no podemos tener en consideración momento y tiempo para que se pudieran resolver aquellos asuntos que han sido paralizados.
En segundo punto, se suspenden todos los plazos por lo que pudiéramos señalar los términos han quedado en espera, hasta en tanto sean resuelto el presente paro.
Finalmente, se ha permitido la resolución de asuntos considerados por la propia ley como urgentes, que implican que deban de suspenderse de plano ya que, de no hacerlo existiría una consecuencia de imposible reparación, como lo son detenciones o incomunicaciones.
La afectación será hacia todas las personas, puesto que no solo quienes no se ha resuelto sus procesos, sino quienes pudieran ser afectados por cualquier acto que consideren violentar sus derechos y al no ser un acto de emergencia, deban esperar y la justicia ya no será ni pronta ni expedita.
No obstante, es de reconocer el derecho que tienen los trabajadores como cualquier persona, a manifestarse e incluso a realizar un paro de labores para ser partícipes y ser escuchados en la reforma, por lo que consideran pudieran afectar sus intereses.
Parece que como ciudadanos, solo nos queda hacer votos para que este proceso culmine en paz y con un diálogo constructivo, que permita crear puentes entre las partes. puesto que esa es la esencia de la democracia: escuchar a todos y poder participar de las decisiones de nuestra nación.
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