Tras ser vetada por el gobernador del estado, Omar Fayad Meneses, el Congreso de Hidalgo avaló de nueva cuenta el decreto que declara a los combates de aves, patrimonio cultural inmaterial de la entidad, así como de interés público su salvaguarda.
Con 24 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones, los legisladores aprobaron el dictamen, que instruye a la Secretaría de Cultura “para que sea la responsable de la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión y revitalización de esta actividad”, misma que es repudiada por organizaciones protectoras de animales y ambientalistas.
El 30 de junio, mismo día en que se avaló la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), la mayoría de los legisladores aprobó la propuesta. No obstante, a través del oficio GEH/045/2021, el mandatario envió observaciones al decreto número 732.
Entre ellas, afirmó que el Legislativo invade una competencia exclusiva del titular del Poder Ejecutivo, pues “dichas declaratorias deben ser emitidas por el gobernador, previo análisis y aprobación de la Secretaría de Cultura.
No obstante, la segunda Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, rechazó el señalamiento competencial.
El gobierno también mencionó que conforme a la resolución emitida en por la Suprema Corte de Justicia de la Nacional (SCJN) dentro del amparo 163/2018, las peleas de gallos no constituyen una “expresión cultural”, con derecho a participar en la vida cultural.
La comisión legislativa respondió que resulta “desafortunado” la apreciación de lo que calificó como “un criterio aislado” de la Primera Sala, pues no trata de una jurisprudencia (criterio reiterado).
“Es así que, cualquier práctica que suponga el maltrato y el sufrimiento innecesario de los animales, no puede considerarse una expresión cultural amparada ni prima facie (Primera vista) ni de manera definitiva por la Constitución”, añadió del Ejecutivo.
Según el resolutivo de la comisión legislativa, las endorfinas que segregan los gallos durante la riña, “las pocas terminales nerviosas que posee”, más un encéfalo poco desarrollado o primitivo, produce un bloqueo durante la afrenta, “lo que hace que en ese momento no sientan dolor”