De acuerdo con el reporte Perspectivas Económicas, emitido por el Fondo Monetario Internacional, el panorama de crecimiento económico mundial se ajustará a la baja.

Y en México, el crecimiento económico no es la excepción. La actualización en el pronóstico indica que nuestra economía crecerá 2.2 por ciento (antes la estimación de crecimiento era de 2.4 por ciento).

Esto, debido a que el sector de la construcción y manufactura, no ha tenido buen desempeño en lo que va del año, aunado a que la economía de nuestro principal socio comercial (Estados Unidos), se ha ralentizado.

Gran parte de esta desaceleración económica, responde a las políticas para combatir la inflación y la baja en el flujo de inversión extranjera directa, causada por la incertidumbre que generan las reformas propuestas para modificar el sistema judicial y la desaparición de órganos autónomos.

Lo anterior, también ajusta a la baja el pronóstico de crecimiento económico para el 2025, estimando un crecimiento de 1.6 por ciento.

Y con ello nos preguntamos ¿Qué debe hacer México para combatir esta desaceleración? La apuesta debe ser el impulso y consolidación del nearshoring acompañado de una política industrial con el único objetivo de incentivar la demanda interna, el consumo, controlar de manera adecuada los niveles de inflación y esperar una recuperación económica de Estados Unidos, el cuál en gran parte se irá corrigiendo debido al panorama político que está viviendo ese país.

Respecto a nuestro país, la tarea de Claudia Sheinbaum no será sencilla. El mensaje de mantener al actual secretario de Hacienda en su gobierno, genera cierta tranquilidad para los mercados, pero la realidad implica esfuerzos más concretos, en un impulso real al nearshoring.

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