Un llamado al Ejecutivo Federal para que a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, integre en el registro nacional del Patrimonio Cultural de los Pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, al juego de la “rayuela”, hicieron los diputados federales del Partido Revolucionario Institucional, Carolina Viggiano Austria y Marco Antonio Mendoza Bustamante.
Consideraron que merece la pena reconocer y preservar el origen de la “rayuela”, un juego popular practicado principalmente en el estado de Hidalgo, por personas de origen campesino y mayoritariamente adultas. Su práctica se ha extendido a otras entidades, como Colima y el Estado de México.
Precisaron que este popular juego tiene su origen etnográfico en una de las costumbres del pueblo Ajacuba del estado de Hidalgo, en donde históricamente se usaba que “al caer la moneda en la tabla o ladrillo, si no se mueve de ahí, vale un punto; si queda cercana al orificio vale cuatro y si entra en el hoyo son ocho puntos. Cada jugador tiene dos monedas por turno y quien sume 32 puntos será el ganador”.
Subrayaron que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el patrimonio cultural inmaterial (también conocido como patrimonio vivo) es todo aquel que se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas que se transmiten de generación en generación entre las distintas comunidades.
“Estas prácticas son importantes porque dotan a las sociedades de un sentido de identidad y pertenencia, además, favorece la creatividad y contribuye a la cohesión social y la paz”, dijeron.
Los legisladores hidalguenses manifestaron que somos una nación con una gran riqueza cultural inmaterial, en la cual se encuentran reconocidos 68 pueblos indígenas que se organizan en 11 familias lingüísticas con más de 364 variantes dialectales.
En el caso concreto de la “rayuela”, precisaron que este juego consiste en dibujar una raya en el suelo; los participantes se colocan a una distancia considerable de la raya y lanzan una moneda; quien se acerque más a la línea sin pasarse, gana.
“Para saber quién es el jugador que más cerca quedó de la línea, se emplea una medida muy antigua: la cuarta, y consiste en usar la palma de la mano desde el dedo pulgar hasta el meñique, lo que equivale a alrededor de 18 a 20 centímetros (cm), el jugador cuya moneda haya quedado más cerca de la línea dibujada es el ganador”.

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