Por Arturo Hernández Cordero

Esta semana fue presentado por el ex Canciller y actual aspirante a la candidatura presidencial de MORENA, Marcelo Ebrard, un plan de seguridad interna con la que busca propiciar el “México más seguro de la historia”.
La presentación de dicho plan en sus redes sociales no pasó desapercibida, pues algunos de los puntos más destacables del mismo, pueden ser considerados innovadores, mientras que algunos otros, punitivistas y contrarios al respeto a las garantías individuales de los ciudadanos.
En su spot, Ebrard habla a grandes rasgos del denominado “Plan Ángel” (A.N.G.E.L: Avanzadas Normas de Geo Localización y seguridad), en el cual pretende implementar tecnología de punta que, en palabras del ex canciller, ha conocido alrededor del mundo en su periodo como Secretario de Relaciones Exteriores y que quiere poner a disposición de las autoridades mexicanas, con el objetivo de salvaguardar la vida e integridad de los mexicanos.
Entre los puntos que hace mención, destacan el equipar cámaras en los uniformes de la Guardia Nacional, el constante monitoreo de las calles y vialidades en las ciudades del país, echando mano de dispositivos escáner y métodos de reconocimiento facial, morfológicos e inteligencia artificial para prevenir y perseguir delitos de alto impacto.
No obstante, muchos han cuestionado la propuesta al percibirla como invasiva a la privacidad ciudadana, y cuestionan que el ex Canciller esté presentando propuestas antes del tiempo reglamentario. Marcelo Ebrard ha afirmado que su plan no vulnera de ninguna manera los derechos de los ciudadanos.
Si bien, los cuestionamientos sobre el plan son válidos, ya que este no contempla la profesionalización de los cuerpos policiales a nivel municipal y estatal, además de que se percibe incompleto y varios de sus puntos parecen inconstitucionales, lo cierto es que el “Plan Ángel” no debe entenderse como una estrategia en materia de seguridad plenamente formulada, sino como un mero recurso propagandístico con el que Ebrard (quien aún no ha sido designado como el candidato del oficialismo de cara a las elecciones de 2024), busca ganar adeptos dada la pésima gestión morenista de la Seguridad Pública en el país.

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