· Plan presidencial: en campaña todo el tiempo
· Está en curso su plan de consulta y elecciones
· Chimalapas: 50 años de problemas y muertes
La estrategia es muy simple: elecciones todo el tiempo.
Lo primero es movilizar a la estructura del gobierno y del partido de Estado, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), para la consulta.
Por ley debe ser de revocación de mandato, pero la instrucción es sembrar la especie de votación para respaldar al presidente de la república.
Esto llevará hasta marzo, o abril si por algo -sobre todo por falta de tiempo para recuentos manuales- el Instituto Nacional Electoral (INE) cambia la fecha.
Con la misma maquinaria y la misma filosofía -todo el gobierno y todo Morena en todo el país y todo el tiempo- seguirá vigente para las elecciones de 2022.
López Obrador ya dio la instrucción a Mario Delgado de ganar en las seis entidades donde se renovarán gubernaturas el año próximo.
Aquí no cabe la única esperanza del dirigente panista Marko Cortés –y por ende de la alianza Va por México– de ganar Aguascalientes con la ex alcaldesa Tere Jiménez.
DECISIONES
DE PALACIO
Pero la maquinaria lópezobradorista va muy avanzada.
El 5 de noviembre anunciamos este operativo y ya está en marcha: hoy se cierra el registro de aspirantes de candidatos a gobernadores.
El mecanismo es simple: puede inscribirse quien quiera, pero en la primera criba el partido decidirá a cuatro -dos mujeres y dos hombres- para la encuesta.
¿Encuesta de quién?
Como en 2021: de Palacio Nacional.
Vayan dos ejemplos:
En Oaxaca la favorita de López Obrador es Susana Harp, a quien pondrán una mujer de paja y dos aspirantes: Luis Antonio Ramírez, aún director del ISSSTE, y el senador chapulín Salomón Jara.
En Durango la lista de preferidos de López Obrador la encabeza el senador José Ramón Enríquez, quien se medirá con su compañera Margarita Valdez, la diputada Maribel Aguilera Cháirez y la edil de Gómez Palacio, Marina Vitela.
Tras junio de 2022 seguirá la movilización para los comicios de 2023 en Coahuila y estado de México con miras a los presidenciales de 2024.
PLEITO
CHIAPAS-OAXACA
1.- En 1999 el entonces secretario de la Reforma Agraria, Eduardo Robledo, citó a dos gobernadores, el oaxaqueño José Murat y el chiapaneco Roberto Albores.
Tenía la instrucción presidencial de resolver la crisis de Los Chimalapas, por cuyas tierras han muerto en medio siglo muchos, quizá cientos, de varios lados.
No hubo arreglo y han seguido los problemas, los enfrentamientos, la indefinición de tierras, en la lucha por bosques, selvas y zonas de cultivo.
El asunto fue llevado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de Arturo Zaldívar y por fin ha dado la razón a la entidad gobernada por Alejandro Murat.
Es decir, los zoques de San Miguel y Santa María Chimalapa son legítimos propietarios de unas 160 mil hectáreas de altísimo valor forestal.
Ahora corresponderá aplicar la sentencia de la Corte a Alejandro Murat y Rutilio Escandón a fin de terminar con el derramamiento de sangre.
Y 2.- a diferencia de los demás aspirantes presidenciales, Ricardo Monreal ha hecho uso de su independencia política.
No oculta sus ambiciones, reclama reglas claras y de preferencia unas elecciones primarias en el partido de Estado, ha respaldado a la UNAM cuando desde Palacio Nacional se le desprestigia y ofreció espacio al defenestrado Santiago Nieto.
Lo sabe: está llamado a democratizar esta etapa de la vida nacional y, a despecho de lo señalado, no ha hecho alianza con Marcelo Ebrard en contra de Claudia Sheinbaum.