El pasado mes de septiembre, el Gobierno Federal a través de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, eliminó el subsidio al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas Magna, Premium y diésel en el país, lo cual hoy a un mes, ya se siente el impacto en el bolsillo de los consumidores, quienes ahora ya pagan el 100 por ciento de las cuotas del IEPS.
¿Por qué el gobierno subsidiaba este impuesto? En nuestro país ese impuesto se aplica a la producción y venta de ciertos bienes, incluidos los combustibles y subsidiarlo reducía el costo del impuesto, que a su vez disminuye el precio final de las gasolinas para los consumidores, siendo cruciales estos subsidios para mantener los precios de combustibles a niveles asequibles, especialmente para las familias de bajos ingresos.
La razón de esta estrategia puede verse como una medida para reducir el gasto público, con el discurso oficial de alinear los precios internos con los internacionales, ya que los precios ala exterior del petróleo recientemente tocaron un mínimo de 14 meses, ante las preocupaciones de una baja demanda de combustibles en Estados Unidos y China, los dos principales consumidores de crudo en el mundo.
No es la primera vez en el 2024, que el gobierno retira los estímulos fiscales a la gasolina en lo que va del año. Ya suman alrededor de ocho semanas en las que se ha dejado sin ningún apoyo fiscal a las gasolinas.
Estos shocks en los precios en apariencia parecen controlados, pero la realidad es que este aumento en el costo del combustible no solo afecta a los conductores particulares, sino que generan un efecto cascada en toda la economía. Por eso será normal ver de un día a otro, que los precios del transporte de mercancías y alimentos, también subirán, por mencionar algunos, lo que podría resultar en un aumento en el costo de vida para todos.
La incertidumbre del futuro de los precios de los combustibles sigue siendo una realidad. Con la eliminación de los subsidios, es posible que veamos más aumentos en los precios en las próximas semanas y meses, especialmente si los costos de producción o las tensiones internacionales continúan afectando el mercado.
Tendremos que mantenernos atentos en las siguientes semanas y prepararnos para muy seguramente ajustar, en el corto plazo, nuestros presupuestos y buscar algunas formas de mitigar el impacto de estos aumentos en nuestros bolsillos.

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