Pese a que el uso de la pirotecnia está prohibido en Tulancingo, vecinos de las colonias La Cañada, El Paraíso, Francisco I. Madero y Guadalupe, entre otras, reportaron que se escuchan detonaciones de cohetes, incluso de carrizo, prácticamente todos los días, lo cual genera molestia para enfermos, personas con discapacidad, adultos mayores y mascotas.
Jesús García Ávila, titular de la dirección de Bomberos y Protección Civil, dijo que desde la clandestinidad puede haber venta de pirotecnia, incluidas las luces de bengala para las posadas, pero quizás la venta pueda provenir de diferentes lados.
Agregó que implementan operativos con la Secretaría de Seguridad Ciudadana y con las direcciones de Reglamentos y Mercados, pero, a la fecha, no han hecho algún decomiso.
“En ocasiones, es difícil detectar los puntos de venta, pero debo decirles que casi siempre, son los propios padres de familia, quienes fomentan este tipo de comercio porque en forma muy irresponsable, les dan dinero a sus hijos para que vayan a comprar cohetes sin medir las consecuencias”.
Los daños -agregó el funcionario pueden ser desde quemaduras graves, mutilaciones o incluso la pérdida de la vida, además de los daños psicológicos.
García Ávila, también comentó que es muy importante la labor de la ciudadanía. “´Primero, que no compren bengalas, ni cohetes, como chifladores, palomitas, brujas o de mayor tamaño y también que reporten si es que hay establecimientos que vendan estos explosivos, ya que por su almacenamiento, representan riesgos para los vecinos, para los clientes y para los mismos expendedores”. Concluyó.