En el marco del proceso de entrega – recepción que se lleva a cabo en el estado de Hidalgo, una vez que termina un gobierno e inicia otro, se empiezan a vislumbrar algunas inconsistencias. Entre ellas, sobresale el área más delicada de toda administración pública: las finanzas.

En este tenor, hay un asunto en particular que no deja dormir tranquila a la responsable de la Secretaría de Finanzas del gobierno estatal, Jesica Blancas Hidalgo, quien está en medio de una polémica situación.

Resulta que en la versión de la funcionaria se dispuso de 800 millones de pesos de recursos públicos para especular (financieramente) en un banco de nombre Accendo, que ofrecía muy buenos réditos. Solo que esa institución crediticia, se declaró en quiebra y no tiene forma de reintegrar dichos fondos.

Cabe la primera pregunta, usted amable lector ¿había escuchado de este banco? ¿Confiaría 800 millones a una institución que no le ofrece las garantías suficientes? ¿Este gobierno se tomó la molestia de investigar a esa institución crediticia? ¿Se conocían los antecedentes de este banco?

Ahora el faltante es reclamado por el Poder Legislativo local, quien se pronunció en estos días afirmando que ese dinero provenie del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS). Y lejos de destinarse en obra para los sectores más vulnerables, se canalizó a fondos de inversión de Banco Accendo, “que se encuentra en proceso de quiebra y señalado por posible fraude y administración fraudulenta”.

Si esto se comprueba, podría tratarse de un desvío de recursos y en ese rubro los funcionarios responsables del mismo, estarían incurriendo en violación al artículo 2 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, por tratarse del manejo de recursos públicos federales destinados para obras de infraestructura básica y que se destinaron a la especulación financiera en un banco que luego se declaró en quiebra.

Aunado a lo anterior, hay indicios de que la secretaria de Finanzas, habría recibido en donación un predio de tres mil metros cuadrados, denominado Campos de Aviación 1, ubicado en la colonia Venta Prieta, en la zona sur de Pachuca, propiedad del estado, a favor de la Fundación Delia Hidalgo By Milka A.C., que lleva el nombre de la titular de Finanzas, Jessica Blancas Hidalgo.

Hay que esperar para tener toda la información del caso, pero no es buen augurio iniciar un proceso de transición con estos señalamientos. De tal suerte que se pone a prueba el denominado ejercicio de transparencia, que implica la rendición de cuentas de los funcionarios que dejan la administración pública en el estado de Hidalgo.

No será el único caso de inconsistencia financiera, pero hasta este momento es quizá el más oneroso. Por tanto, puede manchar el proceso administrativo, que está en puerta y dejar mal sabor de boca a una voluntad manifiesta del gobierno saliente de dejar “buenas cuentas” para el gobierno que inicia en septiembre.

No hay que olvidar que uno de los asesores del proceso citado, es el ex fiscal de la Unidad de Investigación Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo, quien se distinguió por no dejar cabos sueltos en los casos más sonados de ex funcionarios federales que tenían problemas de esta índole.

De esta manera, parece que estamos en la antesala de una etapa fascinante en los regímenes democráticos, donde los responsables de las finanzas públicas son escrupulosamente vigilados para que el dinero público se administre de manera correcta.

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