El partido político con mayor perspectiva de triunfo en el país y en el estado de Hidalgo, está concluyendo un instrumento de escrutinio a todos sus aspirantes en los ayuntamientos. Dicho ejercicio ha tenido algunos resultados que vale la pena comentar.

Por principio de cuentas, el mecanismo de encuentro es por si mismo afortunado. Cual más, cuando se trata de un partido que se distingue más por los desencuentros. Lo anterior, por las referencias electorales que se tienen del anterior proceso electoral.  

En ese particular, el partido en cuestión tuvo resultados desafortunados al ganar solo seis ayuntamientos de los 84 que conforman la entidad. Eso, a pesar de tener presencia mayoritaria en el senado y las diputaciones federales y locales.

En este sentido, algo ocurrió en 2024 al interior de la entidad que no se pudo trasladar la tendencia ganadora del ámbito federal a los ayuntamientos. Uno de esos elementos puede ser la división interna de morena que ahora con las reuniones municipales se pretende erradicar.

En los ejercicios citados se busca generar condiciones de comunicación directa con el comité directivo estatal y con el otro órgano interno que es el consejo estatal. Dichas figuras partidistas estuvieron ausentes hace poco tiempo y quizá la falta de organización interna no dejó buen sabor de boca a los guindas.

Esta condición de tener presencia y cercanía con sus bases y también con los aspirantes de los municipios es para los que simpatizan con Morena, una buena noticia. Sin embargo, y derivado de su convocatoria abierta, el ejercicio pude ser contraproducente.

Por ejemplo, hay municipios donde se inscribieron 30 personas. Eso no solo representa cercanía de algunos liderazgos con el proyecto de la cuarta transformación, sino también la posibilidad de tener una oportunidad en el partido que en este momento mantiene niveles de aceptación del 70%.

De tal manera que muchos perfiles hoy levantan la mano para tener una candidatura en el partido del presidente, pero muchos de ellos quedarán en la raya. Porque solo una o uno será quien encabece los trabajos municipales.   

De tal suerte, vaya paradoja, que ahora las condiciones de competencia las pone Morena y los otros partidos están en espera de quienes no tengan oportunidad en aquel instituto político. Y eso resulta nuevo, porque hasta hace poco tiempo, el PRI era quien aportaba la mayoría de liderazgos en toda la entidad.

De esta manera, se viven tiempos nuevos en las entidades que por voluntad de los electores han desterrado a quienes llevaban mucho tiempo en el gobierno. Tal es el caso de Hidalgo donde 93 años de priísmo tuvieron su etapa final hace poco más de un año.

Se viene un proceso electoral lleno de sorpresas y de cambios de piel de quienes son motivados por su aspiración personal y son capaces de cambiar de color sin el menor rubor. Al final del día el poder – para algunos – se reduce en aquella posibilidad de estar en la urna a pesar de todo y en contra de todo.

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